El plazo para la inscripción de candidatos a la presidencia francesa vencerá este viernes, cuando todos los aspirantes deberán entregar las firmas de apoyo exigidas por el Consejo Electoral.
De acuerdo con la ley, los propuestos para el Palacio del Elíseo deben contar con el respaldo de 500 funcionarios elegidos por votación pública, es decir alcaldes, diputados o senadores, denominados comúnmente padrinos.
A partir de mañana el Consejo tiene cuatro días para revisar los listados y publicar los nombres de quienes están autorizados para participar en la contienda.
Las principales agrupaciones políticas cumplieron este requisito sin dificultades, como la Unión por un Movimiento Popular, que propone a la reelección al presidente Nicolás Sarkozy, y el Partido Socialista, cuyo candidato es Francois Hollande.
Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional, anunció esta semana que completó a duras penas el número de padrinos requeridos, al contrario de Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda, quien depositará este viernes su expediente con más de mil firmas.
La víspera, el exprimer ministro Dominique de Villepin, fundador de República Solidaria, dijo que «solo un milagro» le permitiría alcanzar este objetivo, con lo cual prácticamente descartó su participación.
Eva Joly, de Europa Ecología-Los Verdes; Francois Bayrou, del Movimiento Demócrata; y Nathalie Arthaud, de Fuerza Obrera, también oficializaron su inscripción.
Pendientes están Philippe Poutou, propuesto por el Nuevo Partido anticapitalista; Corinne Lepage, quien representa a Capítulo 21; y Nicolás Dupont-Aignac, aspirante de Primero la República.
El proceso no ha estado exento de novedades, como la sorpresiva inscripción de Jacques Cheminade, cuyo nombre es conocido en la política francesa, pues ya participó en las elecciones de 1995 con su agrupación Solidaridad y Progreso.
La primera vuelta de los comicios será el próximo 22 de abril y la ronda definitiva está programada para el 6 de mayo.