Terroristas opositores quemaron vivo a trabajador del Saime

El director del Saime, Juan Carlos Dugarte, detalló que “esta es la quinta oficina vandalizada por estos grupos terroristas y ya queda claro con estos hechos que es falso que sus intenciones son pacíficas”

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Un trabajador de la oficina regional del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) ubicada en la parroquia Pedro Lucas Urribarrí del municipio Santa Rita, estado Zulia, resultó herido de gravedad con quemaduras como consecuencia de un incendio provocado por una bomba molotov que lanzaron grupos terroristas.

Así lo informó el director del Saime, Juan Carlos Dugarte. El afectado fue identificado como Erick José Troconis (53), quien presta servicios como vigilante, y se encuentra estable en un centro médico.

Dugarte señaló que quienes atentaron contra la ofcina del Saime no les importó la presencia del funcionario, quien fue sorprendido a la 1:00 am. El afectado fue rescatado por los bomberos y luego lo hospitalizaron.

Destacó que espera que la Fiscal General de la República se convenza que esas personas «son fascistas, que no les importa la vida de un ser humano, están queriendo generar un clima de desestabilización producto de su terrorismo. Esta es la quinta oficina vandalizada por estos grupos terroristas y ya queda claro con estos hechos que es falso que sus intenciones son pacíficas”.

Agregó que se están realizando las averiguaciones para determinar los autores materiales, sin embargo, recalcó que los autores intelectuales son Freddy Guevara, dirigente de Voluntad Popular, y Julio Borges, de Primera Justicia, quienes incitan a sus militantes a ejercer actos de violencia.

Dugarte afirmó que seguirán trabajando “para la recuperación de esta y todas las demás sedes de la institución, reemplazando las pérdidas materiales para seguir brindando el servicio a todos los usuarios, sin distingo de credo político o de religión”.

El director lamentó los ataques contra varias sedes del Saime, las cuales han arrojado innumerables pérdidas y ahora en vez de invertir para mejorar el servicio, hay que hacerlo para reponer las oficinas dañadas.

Por último, llamó a la población a cuidar las instalaciones del Saime y rechazar los actos terroristas que nada bien hacen al país. «La Constituyente es el camino para que estos actos vandálicos cesen en Venezuela», concluyó.


Han quemado a seis personas en protestas

El fuego es el arma principal de los terroristas opositores

Luego de la muerte de Orlando Figuera (21), quien fue golpeado, apuñalado y quemado por un grupo de opositores en las inmediaciones del municipio Chacao el pasado 20 de mayo por llevar una camisa roja y tener aspecto humilde, Carlos Ramírez, la segunda víctima de ese tipo de atentado fascista, todavía se encuentra estable recuperándose de las heridas que dejó la intolerancia política y el racismo de los manifestantes del este de Caracas.

Mientras otras tres personas resultaron heridas con quemaduras luego de que encapuchados atacaran el 10 de mayo una unidad de transporte público de la Línea Santa Teresa, en San Cristóbal, Táchira, también se contabilizan como víctimas del odio por parte de quienes son capaces de atentar contra la vida de otros de manera impune.

Las personas atacadas fueron Lorenza Figuera, de 61 años de edad, quien resultó quemada en más de 50% de su cuerpo y Jazmin Huerfano, de 31 años, y Graciliano Cruz, de 55 años de edad, quienes fueron atendidos en el Hospital Central de San Cristóbal, según indicó José Vielma Mora, gobernador del Táchira.

A estos quemados en los últimos 62 días desde que comenzó el más reciente ciclo de violencia desencadenado por sectores de la oposición venezolana con más de 70 víctimas fatales, incluyendo casos que reflejan odio hacia el chavismo y la utilización del fuego en cientos de atentados a instituciones públicas, hay que sumar a otro venezolano, a quien le causaron graves lesiones en su piel durante un ataque con bomba molotov en la sede del Saime-Zulia.


Cuando parecer chavista es un crimen

El joven Carlos Ramírez circulaba el jueves 18 de mayo, a las 3:00 pm, por las adyacencias de plaza Altamira de Caracas cuando en cuestión de segundos su vida sufrió un inesperado y lamentable vuelco: «parecer chavista» casi le cuesta la existencia.

Contó que fue agredido por 20 encapuchados, quienes insistentemente confirmaban la macabra disposición de acabar con su vida. La agresión verbal en su contra abrió las compuertas para lo que llegó de inmediato. Una bomba molotov fue arrojada a su humanidad,y el fuego empezó a cumplir su rol.

De nada valió que su piel ardiera bajo la inclemencia. Las amenazas de muerte fueron engranadas por quienes eran sus autores y emanaban odio.

Ahora convaleciente y aún en delicado estado de salud, Ramírez narra aquel repudiable hecho. La charla que sostuvo con una acompañante descubre la secuencia de aquella tragedia.

Carlos: El jueves como a las 3 de la tarde… el jueves entre Altamira y Miranda, ahí bajandito, después de la estación Altamira bajandito ahí… no tenía ni 20 metros ya ahí donde está como que si fuera una «te», algo así, ahí, estaba ahí, ahí fue donde me agarraron…

Acompañante: – ¿Conocías a alguna de las personas que te atacaron?

Carlos: No, no vi, toditos estaban encapuchados.

Acompañante: – ¿Estaban participando en la marcha?

Carlos: Sí, ellos estaban participando en la marcha, toditos estaban encapuchados, toditos tenían palos, piedras, todo, tenían bombas, todo, y uno le decía mátalo, mátalo, pero mátalo, mátalo, uno decía no mano, no lo vayas a matar mano, pa’ que, ya ve cómo lo estamos dejando y el otro, un coño ‘e madre nada, chico, y me lanza la bomba, en lo que me lanza la bomba yo empiezo coño, mano, pero por qué mano, no me mates, mano. Y empiezo a brinca’ y a corré’ y a corré’ y apagarme, a tirarme en el piso como loco hasta que me logro apagar y cojo y corro hacia donde están los bomberos y me siguen siguiendo todavía los chamos… la policía no se metió en ningún problema de nada la polic… claro, ahí estaba hasta la policía esa, la que le dicen de Chacao, no sé…

Esos policías no se meten en problema ni nada, lo único que se metieron fueron los bomberos a ayudame na’ ma’, no, mano, déjenlo quieto vale, ya déjenlo quieto ya, pa’ qué coño, el chamo no le está diciendo que no los conoce a ustedes, déjenlo quieto a ese chamo ¿no les está diciendo que no es chavista mano?… déjenlo quieto, pero por qué ustedes le hacen eso… nada vale, tiene que morirse, tiene que morirse ese mamaguevo chavista de mierda tiene que morirse… y me fui corriendo hacia lo, hacia los médicos y los tipos me iban persiguiendo y que yo me tenía que morir, me tenía que morir, porque yo era chavista, y yo le decía yo no soy chavista mano, yo no soy chavista mano, pero por qué me van a matar mano si ya ve cómo me dejaron mano, déjenme vivir mano que quiero ve’ a mi hija mano, que es lo único que tengo aquí mano, yo no me estoy metiendo con ustedes mano…

Acompañante: – ¿Como cuántas personas eran?

Carlos: Como veinte… como veinte personas, y yo les decía mano, pero ya déjenme quieto, mano, ya no me está viendo cómo me tienen… nada, maldito, muérete, muérete, maldito, muérete, muérete, tienes que mori,te maldito chavista ‘el coño… tienen que morirse.

T/Redacción CO
F/Archivo CO/Cortesía/@saime