Por Aldemaro Barrios R|Tiempos de tormentas (Opinión)

Los inviernos siempre son buenos, especialmente luego de tanta sequedad y aridez, las lluvias no solo refresca la tierra para reverdecer sino también las mentes para pensar. Vientos de tempestades se asoman y hay que prepararse para recibirlos, tenemos la guerra avisada, la conocemos, pero ¿la conocen e interpreta la mayoría de la población?

Mas que la guerra económica, que es un hecho, en Venezuela se ha insertado una economía de guerra, con sus respectivas secuelas hiperinflacionarias, contrabando, mercado negro, parálisis de la distribución total o parcial de los grandes consorcios de alimentos; sin duda, afectan a la población cándida que puede o no asociar estas medidas con un Plan de Contrainsurgencia predeterminado de gran escala y todavía mas con directrices políticas asociadas al terror con la intención de disgregar el tejido social y romper el sistema de valores con lo que algunos especialistas han llamado “la terrortimia”.

En tiempos de acoso paramilitar, guarimbas o barricadas criminales, de asesinatos selectivos –primero de escoltas de altos funcionarios del Gobierno venezolano, luego de militares, dirigentes del chavismo a todos los niveles, muchos de estos crímenes realizados de manera despiadada copiando los métodos paramilitares colombianos y el uso de la delincuencia común para fines inconfesable– se presentan toda clase de desmanes que tienen en algunos medios caldo de cultivo para el terror, el miedo y la incertidumbre.

Quizás las entradas de agua vienen a cambiar las cosas en el ambiente, aunque parece que los planes siniestros continuarán durante el invierno cuando la situación social producto de las lluvias pueda agudizarse, especialmente en zonas populares de alto riesgo.

La reciente publicación de Carlos Lanz titulada “Dossier de la Operación Freedom 2″,(http://www.aporrea.org/actualidad/a225615.html) nos convoca a reflexionar sobre los nuevos métodos contrainsurgentes que están aplicando en Venezuela desde hace algún tiempo y que se intensificarán en los próximos meses en la medida que el invierno incremente las tormentas, especialmente en julio y agosto, que son los dos tiempos previstos, según esta información, para que se produzcan eventos de desenlace en Venezuela, violencia generalizada, mas inflación inducida y toda clase de dificultades que deberemos confrontar en acto de resistencia.

La hora de la contraofensiva se inició y apenas quedan dos meses para la siguiente batalla: es ahora cuando la cohesión y unidad de todos los patriotas se afirme para darle fortaleza a la resistencia; los chavistas somos muy buenos en contraofensiva, pero no debemos olvidar que la burocratización, la corrupción y el pragmatismo son enemigos de la ofensiva revolucionaria. No olvidemos el pensamiento, el concepto y el análisis de lo que queremos ser después de agosto cuando superemos las tormentas del invierno.

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