¿Tiene la culpa el nuevo balón de los bajos porcentajes en la NBA?

Los Portland Trail Blazers consiguieron imponerse en su último partido a los Indiana Pacers a pesar del cero de seis desde el triple de su máxima estrella, Damian Lillard.

Los Angeles Clippers remontaron 20 puntos ante los Minnesota Timberwolves en una noche en la que Paul George, huérfano de Kawhi como líder de los angelinos, naufragó desde más allá del arco tras fallar sus siete intentos desde la línea de tres.

No son números cualquiera. Es la tónica general para base y alero que no son las únicas figuras de la NBA que han sufrido una drástica bajada en su porcentaje de acierto en el lanzamiento exterior.

Lillard está en un 21,7%, la peor marca en sus 10 temporadas en la NBA. George acumula 44 fallos en los 27 triples que ha intentado. Son sólo los números de dos jugadores aislados, pero la caída en el acierto de cara al aro rival es un mal endémico en toda la liga, que ha comenzado la temporada con los porcentajes de acierto más bajos de las últimas temporadas, tras los 100 primeros partidos de la campaña: 44,6% en tiros de campo, 34,2 % de acierto desde el triple y 76,5% en tiros libres. Números que no se veían desde la temporada 2016-2017.

Objeto de críticas

Las líneas siguen estando a la misma distancia, las canchas no han cambiado la madera del parquet, las zapatillas evolucionan de la mano de los jugadores… ¿qué ha cambiado entonces para explicar este bajón en el acierto?.

A finales de la temporada pasada la NBA anunciaba que tras 23 años cambiaba de balón, dejando atrás la era Spalding para dar la bienvenida a Wilson como nuevo compañero de viaje. Una bola que, por el momento, no ha conseguido amoldarse a las estrellas de la NBA que ya han elevado la voz por un balón con al que todavía no han conseguido coger el tacto.

El alero de los Clippers, uno de los mejores jugadores de este inicio de temporada, ha sido el primero en apuntar al nuevo balón para explicar su bajón desde el triple: «No es cuestión de poner excusas ni nada por el estilo. Simplemente se ha cambiado el balón y es muy diferente. No tiene el mismo tacto que el anterior balón. Lo vamos a ver esta temporada, vamos a ver muchos fallos estrepitosos y muchos tiros que no tocarán ni aro».

George no ha sido la única estrella de la NBA que ha mostrado su disconformidad con el nuevo balón. Joel Embiid, pívot de los Philadelphia 76ers y segundo jugador más votado la pasada temporada para el MVP, firma el peor porcentaje en tiros de campo de toda su carrera (41,2%) y también ha pedido tiempo para adaptarse al nuevo esférico: «Este balón es diferente y todavía no me encuentro cómodo con él. El año pasado fui el mejor de la liga en el tiro de media distancia y creo que en algún momento volveré a serlo».

Aprobado por el sindicato

La llegada de Wilson no se ha producido de la noche a la mañana. De hecho la marca estuvo trabajando con tiradores como Trae Young (25,5% desde el triple, peor porcentaje en sus cuatro tempordas en la NBA) antes de comenzar el curso y contó con la aprobación del sindicato de jugadores como recuerda su presidente CJ McCollum: «El balón no tiene la culpa de los fallos. Es culpa de los tiradores». Y es que, como dice un viejo dicho del mundo del baloncesto, la bola no miente.

T/Marca
F/Archivo