Hace años un ganadero muy exitoso comentaba que el día que cumplió 21 años su padre le aconsejó que invirtiera en morocotas o ganado, pues el oro nunca perdería su valor y el ganado tenía la buena costumbre de reproducirse.
Lo que no podía imaginar ese padre, ganadero a la vieja usanza, es que las morocotas modernas, reales y virtuales, también tienen la habilidad de reproducirse. Menos aún podía imaginar que su capacidad de reproducción contra natura convertiría a un mínimo grupo de propietarios del dinero en poderosísimos actores principales de la global -colonización mundial.
Numerosos analistas del mundo desarrollado reconocen esta situación y buscan alternativas para superarla o erradicarla. Entre ellos Noam Chomsky ha reconocido que “Estados Unidos tiene esencialmente un sistema monopartidista, en el que el partido gobernante es el partido de los negocios” y que las elecciones en su país carecen cada vez más de sentido, pues «… se rigen por las instituciones financieras internacionales», refiriéndose obviamente a los gigantescos conglomerados transnacionales que controlar las economías y los gobiernos de la mayor parte del mundo.
Conglomerados que “reproducen” su capital, no a través del apareamiento como lo hace el ganado, sino explotando a gobiernos, empresas y particulares a través de sofisticadas operaciones especulativas y de préstamos que nos envuelven a todos.
Aunque no estemos directamente endeudados, cada vez que compramos un producto, pagamos los intereses correspondientes a los préstamos contratados por quienes lo produjeron y lo comercializaron. En el caso de bienes subsidiados esos intereses los paga el Gobierno, al igual que lo hace con los de los créditos al sector público, con dinero que nos pertenece a todos.
De allí que resulta importante que en procura de nuestra independencia (I Objetivo del Plan de la Patria 2013-2019) y mientras se nacionaliza la banca, las autoridades le aprieten las tuercas a las entidades bancarias privadas y adopten mecanismos de financiamiento alternativos, como los que están surgiendo en otros países, con miras a liberar a las instituciones bancarias públicas y sus usuarios de la tiranía financiera transnacional.