Los gestos, los detalles, son cosas de todos los días, y nunca un corazón se negará a ser agasajado con la retribución de los sentimientos. Hoy es Día del Amor y la Amistad y en las calles, los hogares, los sitios de encuentro, no faltará con besos en los labios, en las mejillas, o con un fuerte abrazo, el encuentro con uno de los rasgos inherentes de esa utopía diaria de la humanidad que es el amor.
También conocido como Día de San Valentín, la historia de los 14 de febrero se remonta al siglo III en Roma, y para sorpresa de muchos, no empezó como un motivo para adquirir regalos, sino como signo de rebeldía del sacerdote Valentín contra el emperador romano Claudio III, quien había prohibido los matrimonios de los jóvenes, con la finalidad de preservar a los varones como soldados.
Valentín fue ejecutado en el año 270, justo un 14 de febrero, luego de que el Imperio descubriese que efectuaba oficios matrimoniales en secreto. Vemos entonces que por encima de cualquier banalización la fecha paradójicamente se instauró en homenaje a un acto de rebeldía contra la dominación.
En las calles de Caracas veremos las sonrisas, las flores, los chocolates y los detalles de quienes se prepararon para intercambiar hoy y compartir sonrisas y afectos. Así, desde los más jóvenes hasta los abuelitos, compartieron un valor que también es intrínsecamente revolucionario.
En 2006, decía el comandante Chávez, casi recitándolo al oído de todo el pueblo venezolano: “Todo lo he hecho por amor, por amor al árbol y al río me hice pintor, por amor al saber, al estudio, me fui de mi pueblo querido a estudiar, por amor al deporte me hice pelotero por amor a la patria me hice soldado, por amor al pueblo me hice Presidente; ustedes me hicieron Presidente, he gobernado estos años por amor; por amor hicimos Barrio Adentro, por amor hicimos Misión Robinson, por amor hicimos Mercal; todo lo hemos hecho por amor…”.
