Desde los generales rusos de más alto rango hasta los soldados rasos tendrán que someterse a un test de detección de drogas según una orden del ministro de Defensa, general de Ejército Serguei Shoigú, dada a conocer este viernes.
La decisión fue confirmada por el jefe de la Policía Militar, coronel Igor Sidorkévich, quien indicó que abarca a todos los miembros de las Fuerzas Armadas, incluido el propio titular de esa cartera.
Shoigú me ha encargado que le practique el test a él, y si no lo hago, si no le realizo la prueba al ministro de Defensa, la misión se dará por incumplida, sostuvo el oficial.
Unas 130 mil personas están fichadas como drogadictas en Rusia y siete mil de ellas son adolescentes, mientras que las estimaciones de expertos cifran en casi ocho millones el número de narcodependientes en la Federación eurasiática, según RIA-Novosti.
Durante una mesa redonda en la Duma estatal (Cámara baja parlamentaria) se informó recientemente que cada año las autoridades rusas decomisan más de 40 toneladas de estupefacientes.
Como parte de la batalla que Rusia lleva a cabo contra el flagelo de la drogadicción, el presidente Vladimir Putin firmó una ley que introduce el test de drogas en las instituciones docentes.
Las encuestas indican que 25% de los rusos de entre 11 y 24 años probaron estupefacientes al menos en una ocasión.
El jefe de la policía en Moscú, Anatoli Yakunin, por su parte, se sumó en agosto a esa campaña y ordenó que la totalidad de los efectivos del cuerpo se sometan a un control de uso de sustancias narcóticas y psicotrópicas.
Tras la invasión y ocupación de Afganistán por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, la producción de heroína en ese país y su introducción en Europa, incluida Rusia, se multiplicó, señaló el general Víctor Ivánov, jefe del Servicio Federal Antinarcóticos.
Más de 30 mil personas mueren cada año víctimas de las drogas en Rusia, según reportes del cuerpo especializado en la lucha contra este mal.