Las artes plásticas y la danza no son esquivas, sino se complementan muchas veces. Y la Fundación Compañía Nacional de Danza (FCND) mostró un contundente ejemplo, cuando presentó el proyecto coreográfico Azul, blanco, sepia, basado en la obra pictórica de Armando Reverón. La puesta fue en la GAN de Caracas, teniendo como fondo las pinturas del siempre recordado artista.
Original de Rafael González, se trata de una propuesta escénica de altas valoraciones plásticas, que a través de la expresión corporal de los bailarines, ahonda en una dimensión territorial, espacial y emocional, intrínseca en el creador. 
Según nota de prensa, y como se pudo apreciar muy bien, las tres etapas pictóricas de Reverón son recreadas mediante un exhaustivo tratamiento escénico del pintor venezolano que a la investigación corporal une un tratamiento audiovisual alusivo al imaginario de Reverón, llevándolo a una reinterpretación de implicaciones colectivas.
Este proyecto tributa a Reverón e indaga una alternativa de su obra plástica a través de la creación coreográfica de danza contemporánea con el uso creativo de los recursos de la tecnología de la imagen. El segmento “Azul” está basado en el cuadro La cueva (1922); el blanco en Luz tras de mi enramada (1932); y el sepia en La hija del sol.
