Alabama es uno de los más golpeados|Tornados e inundaciones dejan al menos 305 muertos en sureste de EE. UU.

Al menos 305 personas murieron en menos de una semana por los violentos tornados e inundaciones que asolaron el sureste de Estados Unidos, en lo que se perfila como la peor catástrofe natural en el país desde el paso del huracán Katrina en 2005, según datos oficiales.

Sólo en el estado de Alabama «tenemos 204 (víctimas), incluyendo 36 en Tuscaloosa,» dijo un portavoz del servicio de emergencia a la AFP.

Las autoridades advirtieron que la cifra definitiva de muertes probablemente no se conocerá hasta dentro de varios días.

La desesperación se notaba en la cara de los residentes de ciudades y pueblos de siete estados azotados por las feroces tormentas primaverales, mientras rescataban lo que quedó de sus hogares, empresas y escuelas, en escenas de devastación más propias de zonas de guerra y terremotos masivos.

Ante la magnitud del desastre, las autoridades decretaron el estado de «catástrofe mayor» en el estado de Alabama, según dijo el gobernador Robert Bentley en una conferencia de prensa en su ciudad natal, Tuscaloosa, que fue parcialmente destruida por los tornados.

También en otros estados se declaró la emergencia: Arkansas (12 muertos), Kentucky (un muerto), Georgia (14 muertos), Misisipi (33 muertos), Misuri (2 muertos), Tennessee (34 muertos), Virginia (5 muertos).

Los gobernadores de los estados afectados solicitaron a la Guardia Nacional que los ayude en las operaciones de limpieza y rescate, y el envío de 2.000 efectivos a Alabama.

El presidente Barack Obama, que viajará allí el viernes -según informó la Casa Blanca-, ordenó que el gobierno «reaccione rápidamente» para llevar la ayuda a Alabama, donde entre medio y un millón de personas están sin electricidad.

El monstruoso tornado de más de un kilómetro de extensión que pasó el miércoles por una parte de Tuscaloosa dejó marcado claramente su paso con una estela de destrucción pocas veces vista en estos fenómenos naturales.

«Vi pasar el tornado. Llevaba volando cantidad de cosas. Nunca imaginé que vería algo así», dijo a la AFP Charlie Brower, un agente de la Cruz Roja estadounidense, que integra la operación de ayuda a los damnificados.

John De Block, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) en Birmingham, la ciudad más poblada de ese estado, estimó que los daños fueron sin precedentes.

«Dos ciudades, Hackleburg y Dadeville, recibieron un impacto directo (de las tormentas)», dijo De Block a la AFP, y agregó que según la evaluación que hicieron sus colegas, la ciudad de Hackleburg fue «destruida en un 90%».

Pero otra inquietud se añade al temporal en este estado: la central nuclear de Browns Ferry fue puesta bajo vigilancia tras un corte de electricidad.

Los equipos de rescate continúan buscando desaparecidos que se teme podría estar bajo los escombros o aplastados por árboles. En la mayor parte de la ciudad no hay electricidad, ni gasolina, constató un periodista de la AFP.

Este temporal se perfila como la peor catástrofe natural sufrida por el país norteamericano, tras el huracán Katrina en 2005 (1.500 muertos) y los tornados de abril de 1974 (310 muertos), según el portal web Accuweather.com.

Desde que comenzaron las tormentas el pasado viernes ya se han registrado 300 tornados, entre ellos 130 el miércoles, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS). Los meteorólogos pronosticaron una tregua para el jueves y viernes, antes de la llegada de un nuevo frente de tormentas el próximo sábado.

La Cruz Roja estadounidense calcula que 2.700 personas pasaron la noche del miércoles al jueves en refugios en 12 estados.

El temporal llega tras un inicio de primavera muy lluvioso y un invierno marcado por fuertes nevadas que ha obstruido los ríos y saturado los suelos.

A mitad de abril, una tormenta ya había provocado 44 muertos en el sudeste de Estados Unidos.

Limitados en tiempo, los tornados tienen una duración de entre algunos minutos y una media hora, pero su intensidad, con vientos que pueden rondar los 200 km/h, puede ser devastadora.

Fuente/AFP