Señaló que El Libertador es “inspiración de la movilidad social”| Torres Iriarte: “Visión integracionista y emancipadora” de Simón Bolívar “goza de muy buena salud”

La Carta de Jamaica fue el tema de análisis del programa Construyendo la utopía, que conduce Alfredo Oliva y transmite YVKE Mundial. Con motivo del bicentenario de este documento, que se cumplió ayer, el historiador y docente universitario Alexander Torres Iriarte reivindicó su vigencia, al afirmar que la propuesta integracionista del Libertador mantiene su vigencia.

Torres Iriarte aclaró que no pretende que la Carta de Jamaica deba leerse fuera de su contexto. “No es una cuestión de calco y copia”, subrayó sino de recuperar “el espíritu, el impulso del Libertador de buscar una visión integracionista y emancipadora que goza de muy buena salud”.

NO ES UN ANACRONISMO

A propósito del bicentenario de la Carta de Jamaica, algunas personas han cuestionado lo que consideran una exaltación excesiva o un supuesto anacronismo. Torres Iriarte les salió al paso al mostrar su desacuerdo con el punto de vista “de ciertos historiadores que afirman que Bolívar no tiene nada que decirnos, pues vivió hace 200 años”. “Lo mismo podríamos decir del Evangelio, que ocurrió hace más de 2000 años y nadie dice que sus enseñanzas prescribieron”.

Este planeamiento fue respaldado por el otro invitado con quien contó el programa, el filósofo Carlos Ortiz, quien señaló que la “vigencia de un texto histórico no se la da el que haya sido escrito hace muchos años o un año apenas” sino “su pertinencia, lo que nos puede aportar hoy”.

En ese sentido, el también profesor universitario expuso que propia Carta de Jamaica es un ejemplo de cómo la lectura de hecho histórico puede tener pertinencia en otro contexto. Para explicarse, señaló que “cuando Bolívar dijo que el istmo de Panamá podía ser para las nuevas repúblicas americanas lo que fue Corinto para los pueblos helenos” estaba tomando una lección.

“Él (Bolívar) entendió que los helenos tenían en el istmo de Corinto una base estratégica de apoyo, desde donde podían operar en todas direcciones para hacer la guerra y además controlar la navegación”. Al darse cuenta de ello, el Libertador captó el valor geoestratégico de Panamá, y entendió que iba a ser objeto de interés de cualquier potencia que quisiera ejercer su influencia en el continente.

AMÉRICA LATINA Y LA CARTA

Alfredo Oliva hizo énfasis durante toda la emisión del programa en el caso de Colombia y la influencia de Estados Unidos sobre la política de ese país. Señaló que en la Carta de Jamaica ya estaba presente la preocupación por el destino de la región.

Al respecto, Ortiz comentó que “a la luz del actual conflicto con Colombia, en este documento podemos encontrar acontecimientos que se dan en el mismo contexto cultural y geográfico, pero en tiempos históricos diferentes”. “Cuando pensamos hoy en Colombia estamos viendo un mismo escenario histórico en el cual la política de Estados Unidos hacia América Latina y el mundo tiene un peso importante”.

“En la segunda mitad del siglo XIX y a principios del XX −cuando se logró constituir la república de Panamá− había un énfasis muy fuerte en la consolidación de índole comercial, estratégica y territorial de este continente”. Y mencionó que en su carta “el Libertador hizo mención expresa a la necesidad de replantear las relaciones que existían en ese tiempo entre los nuevos países”, para formar una alianza más allá de esos aspectos.

“Leer la Carta de Jamaica en su contexto nos lleva a pensar que existen ciertos elementos que no han cambiado, como la presencia de los Estados Unidos con una política exterior hacia América Latina en la que se erige como un hegemón “. Otro elemento, señaló, es “la dificultad de relacionarse entre sí de estas naciones una vez constituidas”.

Ante esa realidad, apunto que Bolívar “pensaba en la constitución de un bloque de poder, por eso lo hablaba de restablecer el equilibrio del universo. Pero las políticas locales terminaron chocando a pesar de que en algún momento se suponían como una gran nación”.

“Son naciones a las que les ha sido difícil encontrarse ya en términos de políticas locales, como por ejemplo, en materia de políticas migratorias, fronterizas, tácticas, comerciales culturales y diplomáticas que hicieran fluidas sus relaciones”, insistió.

Para concluir su planteamiento, retomó su tesis de que tanto en 1815 como ahora, persisten la “injerencia norteamericana, problemas geoestratégicos e incompatibilidad de políticas locales. Es como si estas repúblicas hubieran operado puertas adentro como cantones, sin considerarse enemigos unos de otros, pero sin sentirse parte de un sólo cuerpo, con la visión para integrarse solo con objetivo meramente tácticos”.

ZURDA HISTÓRICA

Torres Iriarte retomó el significado del bicentenario, y volvió a contestarles a sus detractores: “Hoy conmemoramos lo que para algunas voces agoreras representa la tendencia de exaltar cultos en los predios del oficialismo a la figura de Simón Bolívar”, como un supuesta “estrategia de distracción para que el pueblo caiga y se enfrasque en discusiones estériles”.

A eso replicó: “Los que niegan la existencia de la ideología y del bolivarianismo generalmente son de derecha, quienes siempre fueron complacientes con un Bolívar imbuido en el silencio sepulcral de las academia o la tranquilidad conventual del Panteón Nacional”.

Destacó que “cuando ese mismo elemento o personaje de edificación nacional se convierte en inspiración de la movilización social, empiezan a decir que Bolívar es un perro muerto que nada tiene que ver con la época del internet”.

Quienes así juzgan a Bolívar, fustigó; no toman en cuenta “que en la reforma educativa de 1986 cuando crearon la escuela básica se comenzó a estudiar cátedra bolivariana entonces los que nos critican al bolivarianismo llevaron al seno la discusión sobre Simón Bolívar, desde entonces el pensamiento ha estado condicionado por la discusión política”.

“Bolívar se vuelve insoportable cuando se trata de la dignificación popular. El bicentenario acrisoló un conjunto de principios y estrategias que hace 200 años un hombre proyectó y que a pesar de los altibajos del tiempo tiene una gran vigencia”, dijo.

T/ Luis Ángel Yáñez
F/ Joel Aranguren