La novela del verano europeo es un «triangulo amoroso» entre uno de los clubes más importantes del mundo, una institución inglesa y un futbolista con potencial para estar entre los mejores del planeta.
El Real Madrid no le quitó la mirada en todo el mercado de pases al galés Gareth Bale, pero no hay oferta que haga que Tottenham lo deje libre. O mejor dicho, no había. Es que el diario Marca informa que el jugador tiene precio: 145 millones de euros (192,4 en dólares).
Esa fue la suma con la que el presidente del club londinense decidió que su estrella quedará en manos del equipo merengue. Fue la contestación a la última oferta que hizo Florentino Pérez, de 98,5 millones de euros (130 en dólares).
Más que una cuestión de dinero, lo que realmente quiere el presidente de los Spurs es no perder el orgullo. Quiere hacer pagar su enojo al Real Madrid (ya le sacó a Modric en 2012) y hace un pedido inasumible, hasta para la Casa Blanca.
Lo cierto es que Bale no piensa permanecer en Londres. Quiere jugar en la capital española y desde el club lo saben. Además, según informa The Sun, el agente del jugador de 24 años y sus padres se reunieron con Levy para pedirle la salida.
Se sienten decepcionados por que el presidente le había prometido al futbolista que si llegaba una buena oferta desde Madrid, y su equipo no se clasificaba a la Champions League, saldría sin problemas.
Hasta el 31 de agosto, cuando finaliza el mercado de traspasos en Europa, habrá tiempo para saber si Gareth Bale se marcha contento al Real Madrid, o bien, se queda desencantado en el Tottenham.