A fin de cumplir su compromiso con las trabajadoras y los trabajadores, de formarlos y capacitarlos adecuadamente en aras de avanzar en la recuperación operativa de la planta, la empresa estatal Aluminios del Caroní (Alcasa), ubicada en Ciudad Guayana, inició el taller de especialización de Prensa, Estirado, Sierra, Matricería, Acabado y Empaque, dirigida a la clase obrera de la planta extrusora y áreas de servicios.
El programa de adiestramiento que se lleva a cabo en la sala de reuniones de la moderna planta Extrusora, tendrá una duración de 10 días, en horario de 7:00 am a 5:00 pm, en el cual, las y los trabajadores aprenderán sobre los diversos procesos de operatividad que conlleva la puesta en funcionamiento de dicha unidad productiva.
Así lo aseguró Delys Rojas, coordinadora de Formación Permanente de la pionera del aluminio en el país, quien explicó que gracias a la aprobación de la directiva de la estatal, es que se ejecutan los programas sistematizados de formación para la masa laboral, que incluye la fase de nivelación, formación técnica y especialización.
»Para esta última etapa, la compañía italiana Presezzi es la encargada de dar la formación especializada en sitio, cumpliendo así con lo estipulado en la cláusula de transferencia de tecnología, establecidas en el contrato suscrito entre ambas empresas», indicó la servidora pública. Luis Miguel Martínez, facilitador y representante de Presezzi, por su parte, manifestó que la finalidad del taller es formar y enseñar a las obreras y los obreros sobre la organización, estructura y manejo de la planta Extrusora.
PREPARACIÓN EN MANEJO Y CONTROL
“Queremos capacitar muy bien a las trabajadoras y los trabajadores de Alcasa para que, una vez que entreguemos la planta, ellos mismos puedan suplirse en cuanto al manejo y control total de los equipos”, específicó. José Flores, trabajador de la gerencia Técnica de la factoría, acotó que la información que se imparte, enriquece el conocimiento en cuanto a los procesos básicos del aluminio: “Ya teníamos conocimiento de los procesos de Fundición, Laminación y Reducción, pero en este caso, el proceso es nuevo y complejo y, amerita mucha preparación por parte de la masa obrera. El taller es de suma importancia para el personal alcasiano ”, comentó.
Según Lisbeth Moyano, analista de la gerencia de Economía Popular y Formación Permanente, explicó que el taller se realiza en base a dos módulos, uno que va directamente a la parte de operaciones y el otro, está dirigida a la parte técnica; es decir, al apoyo en la administración y planificación de las operaciones. »Este es un gran paso en la recuperación de esta empresa básica del pueblo venezolano», manifestó.
El titular de Alcasa, Ángel Marcano, señaló que con la inauguración formal de la nueva planta Extrusora -el pasado mes de mayo- se marcó un hito histórico en la industria estatal del aluminio en Venezuela, marcando el cambio entre la simple producción y exportación de materias básicas a un nuevo paradigma en que el aluminio hecho por las empresas estatales es transformado en productos que serán usados directamente en la construcción de viviendas para las venezolanas y los venezolanos.
Alcasa, fundada en 1968 con el simple objetivo de producir aluminio primario para la exportación directa a Estados Unidos y Europa, se encontraba en una grave crisis técnica y financiera debido a la falta de inversión y la obsolescencia tecnológica sufrida durante los gobiernos privatizadores anteriores a la Revolución Bolivariana y la caída del mercado mundial de este metal. En 2009 el comandante supremo, Hugo Chávez, apoyó la propuesta de las y los trabajadores de desmantelar las obsoletas líneas 1 y 2 y construir en su lugar una planta que transformara el aluminio producido en las líneas 3 y 4 en perfiles para puertas y ventanas, destinadas al mercado nacional de la construcción y especialmente, de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).
NIVELACIÓN DE LAS FINANZAS
»Este proyecto permitiría además nivelar las finanzas de Alcasa, pues una tonelada de aluminio primario tiene un precio internacional de apenas 2.000 dólares, mientras que cada tonelada de perfiles y otros productos con valor agregado puede llegar hasta los 5.000 dólares por tonelada», puntualizó. En 2012 se aprobó el financiamiento del proyecto a través del Fondo Pesado y de Largo Plazo China-Venezuela, por un monto de 55 millones de dólares y en apenas 11 meses la clase obrera de Alcasa y los técnicos de las empresas italianas Predieri y Presezzi construyeron, equiparon y pusieron en prueba esta planta. Marcano indicó que la planta se alimenta con cilindros de aluminio que son calentados y moldeados a altísima presión en forma de perfiles tubulares de 7 y 8 pulgadas, los cuales se utilizan para armar marcos de puertas y ventanas, así como ventanas corredizas. “Esta planta puede sustentar a su vez otra cadena conformada por empresas, cooperativas y microempresas dedicadas a armar estos marcos. Aquí estamos viendo un verdadero desarrollo aguas abajo de la industria básica del aluminio”, refirió el también presidente de la Corporación Venezolana del Aluminio.
En materia energética, el dignatario destacó que las antiguas líneas 1 y 2 consumían 68 megavatios de electricidad mientras que esta planta Extrusora apenas consume 7 megavatios, lo que contribuye con el plan de eficiencia eléctrica del Gobierno Bolivariano, entre otras ventajas. »Las perspectivas a futuro son prometedoras, debido a que la planta Extrusora podrá ampliar su producción a perfiles estructurales; es decir, a vigas tubulares y otras piezas listas para armar edificios, viviendas y otras formas de construcción requeridas por las comunidades», resaltó Ángel Marcano.
Además de esta planta, el Gobierno Bolivariano también ejecuta otros proyectos de ampliación y modernización, por un monto de 403 millones de dólares, en las áreas de Reducción y Laminación, que en menos de dos años podrán convertir a Alcasa en una empresa modelo dentro de la industria del aluminio a nivel continental.