Trabajadores de GM tomaron planta ante negativa de gerencia de volver al país

El sector obrero no dejará que se lleven equipos de la planta

Los trabajadores y las trabajadoras de General Motors (GM) tomaron ayer la planta Valencia, luego de que el pasado viernes la gerencia de la marca en Venezuela informó que no volvería al país a enfrentar el embargo que favorece a los concesionarios de la firma.

A juicio de Eliana Leal, integrante del sindicato de GM, el sector obrero tomó la decisión durante una asamblea celebrada en la mañana de ayer, en la cual la mayoría acordó exhortar al Gobierno Nacional a ejecutar la ocupación de las instalaciones.

Según la dirigente, la representación de los concesionarios el mismo viernes “iba a poner en marcha la medida de embargo, razón por la que la clase laboral se concentró en la entrada principal para evitar que se consumara esta acción que afecta a todos aquí”.

“De esta planta no sale nada, pues primero se cancela la deuda con los trabajadores, después con los proveedores, o con el concesionario con el que la compañía tenga deudas”, enfatizó la activista, quien acotó que ella y sus compañeros resguardarán las instalaciones “por los pasos que ha dado el que ganó la demanda (las empresas vendedoras de vehículos)”.

De acuerdo con su óptica, las empleadas y los empleados no permitirán “un saqueo”, y no dejarán que vuelvan a “hacer lo mismo que el pasado viernes”, por esta razón se establecieron grupos de vigilancia y protección.

En vista de que ha pasado un mes durante el cual los dos privados (ensambladora y concesionarios) no han resuelto la situación legal, “en especial GM de Venezuela, que no ha venido a la nación a dar la cara a los trabajadores, somos nosotros los que ahora solicitamos la ocupación para encaminar la planta a su productividad”, propuso.

Recordó que unos 2.700 empleados de la trasnacional han quedado sin sustento, y han reconocido la labor de acompañamiento y mediación del Ejecutivo, que incluso envió una delegación de ministros a apoyar al proletariado.

El Gobierno “sí mantuvo comunicación con la directiva de GM, específicamente con el presidente de la compañía, José Camilleri, quien recibió la invitación para retornar a las actividades, y este se negó porque GM pretendía era que el Ejecutivo le saldara la deuda que mantiene con los concesionarios”.

Por su parte, Pascual Andrade, secretario general del sindicato, consideró una burla el manejo del patrono con la nómina, “que sin salario no tiene cómo sobrevivir”, por ello “velará por los equipos y maquinarias”.

“Fue la empresa la que abandonó la fábrica, no los trabajadores, en consecuencia seguimos en pie de lucha, en movilización pacífica, en acciones de calle, y pedimos a los sindicatos y frentes que se unan a esta lucha, los responsables no somos ni 200 ni 300 sino los 2.700 de aquí”, aseveró el dirigente.

T/ Luis Tovías Baciao
F/ Arístides Córdova