Un grupo de trabajadores de la red pública de distribución de comida Gran Abasto Bicentenario y de la Corporación Venezolana de Alimentos (CVAL) solicitaron al Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo ser reenganchados en sus puestos, tal como establece el decreto de inamovilidad laboral vigente.
“Estamos exigiendo el debido proceso y el derecho al trabajo, por lo que vinimos aquí para solicitar al ministro Rodolfo Marco Torres que por medio de su intervención se procesen los reenganches de los trabajadores despedidos”, manifestó Jhonathan Yulden, del sindicato de Gran Abasto Bicentenerio, frente a la cartera de Alimentación en la avenida Andrés Bello.
Yulden explicó que esperan que sean atendidas sus exigencias y que el nuevo ministro del Trabajo, Francisco Torrealba, instale mesas de trabajo con la clase obrera de la red pública de alimentación que ha sido afectada por los procesos de reestructuración o liquidación, en el caso de algunos organismos.
De Abastos Bicentenario fueron despedidos desde febrero de 2016 alrededor de 4.600 trabajadores en todo el país, indicó Yulden, mientras que de CVAL, también presente en la concentración, fueron despedidos por la junta interventora 3.500 personas, indicó Carlos González, que laboraba en CVAL.
La reestructuración de Abastos Bicentenario no habla de despidos, sino de jubilaciones especiales, si fuere el caso. “Pedimos al presidente de la República, Nicolás Maduro, que le eche un ojo a la red de Abastos Bicentenario, pues los despidos los hacen en nombre de su persona”, coincidieron Yulden y González.
También solicitaron que se realice una auditoria a la empresa, porque así como despidieron a más de la mitad de trabajadores de los más de 9.600 compañeras y compañeros que integraban la nómina, están contratando personal con “sueldos enormes”.
Consideraron que el actual presidente de la red estatal, José De Freitas, no ha logrado recuperar la red, todo lo contrario, 12 tiendas están cerradas y las que funcionan no disponen de mercancía y están casi desmanteladas. “No se están surtiendo como debería ser. En vez de darle impulso a ese sector, tal como se esfuerza el presidente Maduro, pareciera que hay intención de desmantelar la red”, apuntó Yulden.
Sobre el tema, González agregó que en CVAL se han desmantelado dos enormes centros de acopio, uno en el Zulia y otro en Petare, en el estado Miranda.
“No se han respetado las leyes laborales. El coronel Hernández Lárez, presidente de la Junta Interventora de CVAL, toma la decisión de botar a las compañeras y compañeros y no incluirlos en la Corporación Única de Distribución, cuyo titular es Luis Alberto Medina”, aseveró González.
Aclaró que el decreto de liquidación de CVAL no indica que se vaya a despedir a los trabajadores, sino a crear una nueva corporación. “Nos quedamos en indefensión total. Las inspectorías de Trabajo no admitían amparo de personal que viniera de la cartera de Alimentación, por orden del anterior ministro Oswaldo Vera”.
Pedro Eusse, dirigente del Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora, aclaró que es comprensible que el Estado reestructure instituciones, pero la ineficiencia no debe recaer sobre la clase obrera. “Lo que está planteado es avanzar hacia un nuevo modelo de gestión, en el que el trabajador tenga un papel protagónico, de manera de recuperar el sistema de distribución de alimentos del Estado”, asestó el dirigente comunista.