Ferrominera Orinoco (FMO) y sus trabajadores, rechazaron las declaraciones emitidas por Rubén González, quien a juicio de las y los trabajadores de la industria del hierro, «sin ningún fundamento», intentó cerrar los portones de la Siderúrgica del Orinoco, argumentando sobre un accidente laboral.
Mediante un comunicado público, FMO aseguró que en ningún momento han negado este hecho, sin embargo, destacan que el mismo «no alcanzó las dimensiones exageradas» difundidas por Rubén González.
A continuación el texto íntegro del comunicado:
De acuerdo con el informe emitido por la Gerencia de Seguridad Industrial, Salud Ocupacional y Ambiente de la industria del hierro, sobre el hecho suscitado en la salida de los patios de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), donde la locomotora Nº 1066 con cinco vagones acoplados, estacionada en el kilómetro uno de la vía férrea principal, fue impactada por un tren con locomotoras múltiples Nº 1039-1040, que ocasionó lesiones simples a tres trabajadores de la empresa.
Ferrominera Orinoco y sus trabajadores, rechazan categóricamente las declaraciones emitidas por Rubén González en su intento por generar caos y pánico entre la masa laboral y la comunidad en general, quien en medio de su desesperación por mantenerse en los medios de comunicación pretende crear un ambiente de inestabilidad en la opinión pública nacional. Sin ningún fundamento intentó cerrar los portones argumentando sobre un accidente laboral, el cual FMO no niega su ocurrencia pero que no alcanzó las dimensiones exageradas y difamaciones afirmadas por este ciudadano.
Según el parte médico, los trabajadores Juan La Rosa, técnico ferroviario III y Noel Suárez, técnico de operaciones ferroviarias mayor, se encontraban dentro de la locomotora Nº 1066 estacionada, chequeando los vagones cuando ocurrió el impacto. Ambos sufrieron traumatismos abdominales y se encuentran estables, bajo observación médica en el Hospital “Dr. Américo Babó”.
Jaime Machica, técnico ferroviario, fue el tercer trabajador lesionado, quien recibió atención médica inmediata como sus compañeros y ya se encuentra en sus labores cotidianas en el área de Ferrocarril. Por su parte, La Rosa se encuentra de reposo en su casa y su salud está siendo monitoreada por nuestros galenos especialistas en salud ocupacional.
PARTE MÉDICO
Simón Vargas, médico intensivista, director del Hospital “Dr. Américo Babó, dio el parte médico por la estatal minera. Indicó que los tres pacientes llegaron el viernes 24 de marzo en la madrugada, a la emergencia y fueron atendidos por los médicos residentes de guardia y evaluados clínicamente mediante exámenes de rigor. Dos de los trabajadores -La Rosa y Machica- fueron dados de alta por estar en condiciones optimas, sin ningún tipo de lesiones aparentes.
El trabajador Suárez, sin embargo, quedó en observación para ser evaluado por el cirujano de guardia, quien indicó su hospitalización para hacer seguimiento del caso. El paciente -en principio- no presentó sintomatología subjetiva de que estuviera algún tipo de traumatismo. Pero luego a las 72 horas exteriorizó dolor a nivel abdominal, lo cual motivó una investigación exhaustiva, con estudios más especializados, arrojando como resultado un trauma a nivel de una víscera hueca.
“El cirujano decidió pasarlo a quirófano para hacerle una laparotomía exploratoria a fin de dar con la causa de su dolor. Se determinó que el paciente había tenido una cirugía previa. Al explorar la parte abdominal baja se encontró una perforación del colon que fue reparada y ahora permanece bajo estrictos cuidados médicos postoperatorios. Los familiares de Suárez están al tanto de su recuperación”, informó Vargas.
Por su parte, María Bueno, jefe del Departamento de Seguridad Industrial de la empresa, indicó que el equipo se dirigió de inmediato al centro de salud ferrominero, a fin de registrar el testimonio de los trabajadores, garantizar la asistencia médica inmediata e iniciar el proceso de investigación del accidente, el cual no se ha cerrado aún.
Con estas declaraciones sin fundamentos, Rubén González quiere llamar la atención de la colectividad para repetir escenarios violentos, desacreditar y perturbar el buen funcionamiento de la estatal minera, donde no ha recibido apoyo por parte de los ferromineros, debido a que perdió la fuerza y el liderazgo absoluto en la masa laboral de la empresa por el tipo de acciones que acostumbra cometer.