Columna de Mónica Saiz|Trabajo Vs. especulación (Opinión)

En Venezuela se está desarrollando la contradicción entre el trabajo y la especulación.

Por una lado, están las fuerzas productivas internas, en particular el pueblo trabajador, como núcleo central de estas fuerzas productivas; y, por otro, la burguesía especuladora, que engorda su capital chupando como parásito las riquezas nacionales: el salario del pueblo y la renta petrolera.

Esa burguesía que vive de dependencia económica de Venezuela se ha trazado como objetivo derrotar a la Revolución, para restaurar la dependencia política nacional.

Porque su forma de acumulación de capital; es decir, la forma que tienen de ganar cada vez más dinero, es la compra de productos de las empresas  imperialistas  y su venta en el país. Son eslabones de la explotación imperialista.

La contradicción principal de cualquier país dependiente es Patria o imperialismo.

La Patria aglutina a las fuerzas productoras, trabajadoras. El imperialismo representa los intereses de los capitalistas más poderosos del planeta. Por eso es que también se representa allí la contradicción fundamental del capitalismo, la contradicción entre capital y trabajo.

El primer gran paso económico para la Venezuela soberana fue la nacionalización del petróleo y otras empresas básicas del país. Quitarle el poder a la burguesía especuladora, importadora, es el segundo y estratégico paso.

Sin dudas, la contrarrevolución aprovechó errores, demoras, contradicciones y, sobre todo, el momento de debilidad producido por la ausencia del Comandante.

Pero lo cierto es que cuando decidieron profundizar la guerra económica no fue por nuestros errores, sino por nuestros aciertos. El imperialismo y sus lacayos necesitan evitar la continuidad y consolidación de la Revolución en la nueva etapa.

Los dirigentes y la prensa de oposición defienden a los burgueses especuladores. La Revolución defiende al pueblo, a la potencialidad productora del país y a sus clases trabajadoras.

Por eso el pueblo apoya las medidas. Por eso la derecha chilla. Es un momento para avanzar unidos, con la moral y el entusiasmo de las mejores épocas. ¡Estamos cumpliendo!

Saiz.monica@gmail.com
Caracas