El 3 de agosto de 1806, cuando la República era sólo un proyecto que navegaba en el buque Leander, Francisco de Miranda desembarcó en La Vela de Coro e hizo ondear en la torre parroquial el pabellón tricolor que él mismo diseñó.
Esa bandera habría de ser reconocida en julio de 1811 como divisa de la República, y lo sigue siendo desde, entonces, con varias modificaciones que incluyen la incorporación de la octava estrella.
BANDERA MADRE
La bandera más antigua que se ha identificado es la del imperio persa, empleada por los reyes aqueménides, diseñada hacia el año 500 AC, base del símbolo iraní actual. servía para identificar los ejércitos en batallas. La más antigua en Europa, que aún perdura, es la del Reino de Dinamarca, creada en 1212.
España utilizó pabellones desde el siglo XVI. Y los países de la América colonial, que reconocían como propia la bandera de la metrópoli, diseñaron con los procesos emancipadores del siglo XIX, su estandarte propio. Dice el historiador Francisco Alejandro Vagas que el Precursor había hecho fabricar varias escarapelas tricolor, para ser enarboladas tras llegar a Coro. El expedicionario tenía la convicción de que al ocupar los sitios de poder en territorio venezolano, debía suplantar la bandera realista. Vargas titula la primigenia, la de la La Vela de Coro, como “Bandera Madre”, por ser la primera que elevó a las alturas el significado de patria delante de quienes presenciaron la ceremonia o se enteraron luego. El tricolor de La Vela fue recogido por Miranda y llevado consigo al Leander, cuando abandonó dicha posición rumbo a Bonaire y Trinidad.
Cabe indicar acá que en sus preparativos para la expedición sobre Coro, con cinco años de anterioridad, el futuro Generalísimo había solicitado a los ingleses -por medio de su amigo Mr Vassintart-, que para la expedición a Venezuela, requería, además de 6 mil fusiles cañones de cureña, municiones de guerra y otros implementos “diez banderas; los colores de la divisa: roja, amarilla y azul en tres franjas”. [Francisco de Miranda, América espera, Biblioteca Ayacucho]
EL PLAN DE MIRANDA
Miranda desembarca en Coro el 3 de agosto de 1806, con la idea de que sus proclamas libertarias, tras ser repartidas entre la población, provocasen la insurrección de la población en contra de las autoridades españolas y se incorporasen a las filas del pequeño ejército expedicionario.
Pensaba que en Coro se le sumarían 2 mis voluntarios, más otros dos mil entre San Felipe y Valencia, con lo cual podría oponer una respetabe fuerza, en los términos de la época, a las triopas del Capitán General al momento en que este pasase a la ofensiva. Contaba además el quijotesco revolucionario, que el grueso de la población en las provincias por donde debía pasar hasta la capital, Caracas, tenían opinión favorable a la emancipación y le reconocerían como el jefe de la nueva situación política. Sus ideas sobre qué debía hacer al llegar a Venezuela las había madurado con suficiente antelación. Ya en 1801 escribe a uno de sus benefactores en Londres, Mr Vassintart que los habitantes en Coro se mostraban “predispuestos a la independencia.
De esta posición se emprenderá marcha a San felipe, Nirgua y Valencia(…)En estas 3 ciudades se espera aumentar las fuerzas con más de dos mil hombres(…)Una vez tomada la ciudad de Caracas, se reforzará…hacia La Guaira” [FRANCISCO DE MIRANDA, ‘América espera’, Biblioteca Ayacucho, pág 296]. Con lo que no contaba el padre intelectual de la generación de 1810, era 1ue para 1806, todavía la población se encontraba sometida de modo avasallante al influjo de la monarquía y el ultraclericalismo, por lo cual saldrían huyendo cuando escucharon decir que ‘el hereje Miranda venía a quitar Venezuela a los españoles para venderla a los ingleses’
PROYECTOS MIRANDINOS
El grande hombre había concebido iniciar la empresa emancipadora por el país que le vio nacer, Venezuela, empero su propósito era que de triunfar, esta se convertiría en una parte de la inmensa gesta continental contra el poder peninsular. Así, concibió Miranda una Constitución única, un Parlamento único y una bandera, que también debía ser la misma, para “todo el continente Colombiano” como denominaba la América de habla hispana, y que comprendía -excluido el Brasil de entonces- todas las posesiones españolas, desde el Missisippi al norte, hasta Cabo de Hornos al Sur, el Océano Atlántico al este, y el Pacífico al oeste.
No resulta extraño, por tanto, que el más aventajado discípulo del Precursor, Simón Bolívar, haya hecho plantar el tricolor de 1806, en los campos de Boyacá, Pichincha, Bomboná, Junín, Ayacucho y en el Potosí. De allí que la enseña de varias de las nuevas naciones , expresan el tricolor mirandino.
“JUNTÁOS BAJO ESTANDARTES DE LIBERTAD”
“A los Pueblos del Continente Colombiano.- Amados y Valerosos Compatriotas:
Estando encargado por vosotros ha muchos años de solicitar los medios de…vuestra indeendencia, tenemos hoy la dulce satisfacción de anunciar que ha llegado ya el momento devuestra emancipación y libertad.
Penetrados al fin estos guerreros amigos de la justicia de nustra causa y cediendo a vuestras instancias, nos prestan sus socorros para que establezcamos…un gobierno justo e indeendiente.
Llegó el tiempo ya de echar a los bárbaros que nos oprimen y de romper el cetro de un gobierno ultramarino. Acordáos que sois los descendientes de aquellos Ilustres Indios, que no queriendo sobrevivir en esclavitud, prefirieron muerte gloriosa(…)
En fin, juntaos todos bajo los estandartes de la libertad. La justicia combate por nosotros, y si la parte más sana de Europa…favoreció…la emancipación del pueblo portugués…también la…de la América Septentrional [EEUU] ¿Cómo puede rehusar su aprobación a la de los pueblos de la América Meridional (Suramérica)?” [Francisco de Miranda, Proclama / En: América Espera, Biblioteca Ayacucho, Cs, 1982, 697 págs]