Por William Ojeda|El triunfo de la dignidad y la gallardía (Opinión)

Hoy 13 de abril, se cumplen 13 años de esa inmensa lección que le dio a la humanidad el pueblo de Venezuela, cuando gracias a la presión popular se reivindicó en el mando al presidente Hugo Chávez, luego de ser depuesto por una conjura impulsada por grupos de poder fáctico económico, mediático y su expresión militar.

Pudo más el enfoque cívico militar popular que con tanto ahínco construyó el Comandante y que resumió décadas y quizá siglos de esperanza de los más humildes. Aquello marcó nuestro siglo, marcó nuestra historia.

El título del presente escrito bien expresa lo ocurrido entonces, pero nos sirve además para caracterizar lo ocurrido ahora, en este año 2015, con el categórico triunfo que tuvo la corajuda y gallarda determinación del presidente Nicolás Maduro en la VII Cumbre de las Américas que se acaba de celebrar en Panamá.

La nomenclatura norteamericana hubo de reconocer que se había equivocado, admitieron que fue una exageración y palurdo despropósito eso de declarar a Venezuela una amenaza; no obstante la lucha más allá de la palabra, es que en efecto se derogue el infame decreto.

El resultado de la Cumbre en términos políticos fue un rotundo y categórico éxito para la Revolución Bolivariana, o lo que es lo mismo decir, para el enfoque que defiende los sagrados valores de la soberanía y de la libre autodeterminación de los pueblos.

El apoyo de decenas de naciones de nuestro continente, la acción explícita de estas de condenar el carácter injerencista de la concepción imperial, mostraron insólitamente a unos Estados Unidos, que de pronto lucieron aislados, y a un Obama que hubo de salir luego de sus vacilantes palabras.

El presidente Maduro, por el contrario, salió fortalecido. Con una imagen de estadista y claras evidencias de su liderazgo humanista, socialista y moral, que junto al enfoque de ese nuevo latinoamericanismo que despertó el comandante Hugo Chávez con su formidable carácter visionario, cobraron una fuerza y una vigencia hoy reconocidas de forma unánime en la región y parte del mundo.

ALTIBAJOS

El dólar viajero: la medida que sorpresivamente se pudo conocer el viernes, es positiva porque les ahorra a las finanzas nacionales más de 2 mil millones de dólares que pueden usarse para salud, alimentos, educación o infraestructura, entre otros nobles fines.

Apuntar a la cotización más que a la cantidad: la medida más sensata, desde mi punto de vista, habría sido mantener el cupo viajero o incluso aumentarlo, pero llevarlo a la tasa Simadi, que es una tasa del propio Estado, y que permitiría sincerar esa materia en términos del uso de esa divisa.

Salud y educación: con el cupo viajero en tasa Simadi (que fluctúa de acuerdo a la demanda), es verdad que hay viajes que son por motivos urgentes de salud o para educación, en cuyos casos concretos se procedería a un subsidio puntual, directo y específico. Pero el resto de ciudadanos que desearen viajar por placer, luna de miel, turismo o negocios, deben pagar sus dólares a tasa Simadi. Una u otra opción traen costos políticos, molestias e incomodidades para algunos, mas se debe tomar siempre la que se considere mejor para las finanzas del país.

Nueva ministra de Turismo: deseamos la mayor de las suertes para la compañera diputada de la AN y coterránea Marleny Contreras, en sus funciones de nueva ministra de Turismo. Es una mujer comprometida, focalizada, de gran carácter y muy capaz, quien seguro va a hacer una labor buena para el país. Andrés Izarra llevó a cabo una gestión que se reconoce, se valora y se calibra positivamente.