Trompetista Pacho Flores dedicó su más reciente disco al maestro José Antonio Abreu

Según el investigador Juan Francisco Sans, Teresa Carreño llego a ofrecer en sus momentos de mayor actividad una media de 80 conciertos al año en escenarios del mundo, una cifra que todavía hoy es considerada como una agotadora hazaña para cualquier músico, aún con las facilidades actuales para movilizarse por el planeta que no tuvo la pianista venezolana.

En nuestros días uno de los músicos venezolanos que mantiene ese ritmo avasallante y con un virtuosismo tal vez comparable al de Teresa Carreño, pero en la trompeta, es Francisco “Pacho” Flores, quien participó en aproximadamente 90 recitales el año pasado y durante los primeros nueve días de este año ya había cumplido con cinco fechas, tres de ellas junto al director, también venezolano, Crhistian Vásquez al frente de la Filarmónica de Arnhem.

También con ese vertiginoso compás completó Fractales, su cuarta producción discográfica, tercera con el reputado sello alemán Deutsche Grammophon, grabado junto a la Arctic Philharmonic Orchestra, bajo la dirección del maestro sueco Christian Lindberg, en tan solo cuatro días a una media de cuatro horas diarias.

BUENA TÉCNICA

Este tiempo récord de grabación da cuenta de la calidad técnica del trompetista formado dentro del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Para entender esto es necesario tener en cuenta que, como lo explicó el mismo Pacho Flores en conversación vía telefónica con el Correo del Orinoco, la ejecución de un instrumento como la trompeta, a diferencia de muchos otros, implica un desgaste físico considerable y si no se tiene el dominio ni la destreza adecuados se corre el riesgo, entre otras cosas, de sufrir serias lesiones en los labios que impidan sacarle algún sonido o tan siquiera tocar el metal.

Por todas estas implicaciones, en líneas generales, un disco como Fractales que ya está disponible desde finales de 2018, requiere de cuando menos una semana de registro, “fue impresionante el tiempo en que este disco fue grabado”, celebró el trompetista.

TRIBUTO AL MAESTRO

En esta oportunidad el tachirense trae una propuesta muy heterogénea, una suerte de collage sonoro configurado con piezas clasicistas, románticas, otras del siglo XX y algunas contemporáneas.

Así figuran en el compacto obras como el Concierto para trompeta y orquesta compuesto en 1796 por el austríaco Joseph Haydn “el concierto más clásico que existe”, de acuerdo al director Christian Lindberg, pieza que marca la dedicatoria de Fractales a la memoria del maestro José Antonio Abreu, fundador del Sistema.

20 AÑOS DESPUÉS

Sobre este tributo, Flores recordó que hace 20 años, cuando tenía apenas 17, interpretó por primera vez en público este concierto de Haydn, por recomendaciones de José Antonio Abreu, durante un “concierto maravilloso”, en Caracas, junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, dirigida por el maestro José Hernández Silva.

“Eso es algo que jamás se me va a olvidar sería deshonesto, poco fino si no nombro ese recuerdo tan hermoso que tengo. En ese concierto estaba la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional de Venezuela como parte del público y para mí fue como un cambio importante en mi vida, fue muy hermoso poder grabar este concierto, acordándome de todos esos consejos que me dio el maestro Abreu en aquel momento. 20 años después pude hacer realidad el deseo de grabarlo”, comentó el músico.

DE TODO

En el disco también figuran “Akban Bunka” una pieza muy contemporánea, compuesta en 2004 por el propio Christian Lindberg; “Chega de Saudade” del brasileño Tom Jobim grabada a dúo con el director sueco en el trombón; “Oblivión” del insigne argentino Astor Piazzola, ambos temas arreglados por Efraín Oscher.

También está en esta producción discográfica el Concierto para trompeta y orquesta, concebido en 1950 por el armenio, fallecido hace casi siete años, Alexander Arutunian, calificado por Pacho Flores como “súper-ultra-mega-recontra virtuoso”, de muchísima exigencia técnica e interpretativa

No obstante, quizás la “joya de la corona” en Fractales es “Aires gitanos”, una adaptación construida por el mismo Pacho Flores, de la pieza compuesta, en 1878, especialmente para violín por el español Pablo Sarasate. “Nadie podría imaginar que sonaría tan bien en la trompeta. Solamente Pacho lo puede hacer”, consideró Lindberg en un video promocional del compacto.

AIRES DE VIOLÍN

La iniciativa de grabar una versión para trompeta de “Aires gitanos”, contó Flores, surgió hace aproximadamente ocho años. Es una pieza que le encanta al trompetista, de la cual se han hecho algunas propuestas para su instrumento, pero que, a su juicio, no han conseguido una sonoridad orgánica que refleje la esencia de la obra.

Hasta ahora estas adaptaciones de “Aires gitanos” han tenido que cortar movimientos y compases porque las posibilidades de la trompeta no eran lo suficientemente amplias para capturar el espíritu de la composición que sí plasma el violín.

“Es por eso que he decidido hacer ‘Aires gitanos’ reflejando realmente lo que es la intención de la pieza en su sonido original para violín. En este caso, con una trompeta en si bemol de cuatro pistones, pudimos resolver de una forma lógica y trasparente todas las melodías, sin hacer ningún tipo de falsas resoluciones, ni melódicas ni armónicas. Es un proyecto en el que ya tenía unos ocho años pensando y finalmente pude llevarlo a una grabación”, explicó el trompetista.

En total, para este disco el tachirense tocó nueve trompetas, una corneta y un fliscorno de la casa Stomvi, para conseguir todas las sonoridades deseadas

VERSATILIDAD

El artista reveló que en la selección de obras de sus discos se refleja, por una parte, la actualidad de su faceta creativa y su madurez técnica, y por otra, sus ambiciones expresivas, los lenguajes y ambientes sonoros que desea abordar para potenciar sus capacidades artísticas y dejar un aporte al instrumento en particular y a la música en general.

Con estas premisas e inquietudes, el resultado en este caso fue un disco muy versátil en el cual expone un amplio abanico de posibilidades. “Creo que esto lo hace un disco hermoso y cada tema tiene con el otro su hilo conductor a mi modo de ver”, opinó el venezolano.

Pacho Flores ya tiene unos siete años sin tocar en Venezuela y de momento no tiene confirmada ninguna presentación en su país.

“Pero sí estoy siempre en conversaciones con el Sistema de Orquestas porque hay una nueva generación de niños que me quieren conocer y yo estoy loco por conocerlos, por tener ese gran privilegio de poder compartir con todos esos jóvenes. De alguna forma no solo quiero retribuir todas esas oportunidades y experiencias que he vivido gracias al Sistema, sino que también me quiero alimentar de ellos”, exteriorizó.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía R. P.
Caracas