El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no iniciará una investigación contra la excandidata demócrata, Hillary Clinton, por el uso de un servidor privado para recibir sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado durante el primer mandato de Barack Obama.
Trump prometió que crearía una fiscalía para examinar el escándalo de los correos electrónicos de Clinton durante su campaña como candidato republicano, sin embargo, la principal asesora del magnate neoyorquino, Kellyanne Conway, dijo este martes que Trump no abrirá una nueva investigación.
Conway dijo que el mandatario estadounidense quiere «ayudar a su excontrincante electoral a sanar». De acuerdo con la asesora, Clinton todavía debe enfrentar el hecho de su impopularidad motivada por la imagen de persona no confiable que tiene la exsecretaria ante los estadounidenses.
Una carta enviada el pasado domingo a los miembros del Congreso, el director del Buró de Investigaciones Federales (FBI, por su sigla en inglés), James Comney dijo que la agencia cerró la investigación y no encontró razones para cambiar la posición alcanzada el pasado 7 de noviembre cuando el FBI no halló evidencias de criminalidad en el nuevo lote de correos electrónicos de Clinton que el Buró investigaba.
Según expertos el simple hecho de que el FBI anunciara una nueva investigación contra Hillary Clinton consiguió afectar las elecciones de EEUU incluso la excandidata demócrata llegó a culpar al organismo de su derrota en las elecciones.