El presidente de Turquía condena el uso ‘excesivo’ de la fuerza por parte del régimen de Israel contra los musulmanes en Al-Quds (Jerusalén).
“Condeno el uso excesivo de la fuerza por las fuerzas israelíes contra los hermanos nuestros que se habían reunido para la oración del viernes”, ha declarado Recep Tayyip Erdogan a través de un comunicado publicado este sábado en la web de la Presidencia turca.
Tras tildar de “inaceptable” el “ cierre de la Mezquita de Al-Aqsa” y la “imposición de restricciones a los musulmanes”, Erdogan pide en su nota que la “comunidad internacional intervenga” y “actúe sin demoras para que se retiren los dispositivos que limitan la libertad de culto” en la Explanada de las Mezquitas.
A este mismo respecto, promete tratar el tema en su turno como presidente de la cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI).
El mandatario turco ha reaccionado así a los enfrentamientos del viernes entre policías israelíes y manifestantes palestinos en la ocupada Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), que dejaron ayer viernes al menos cuatro muertos entre la gente que protestaba.
Cabe recordar que los palestinos rechazan desde la semana pasada las llamadas «medidas de seguridad» del régimen de ocupación, que incluyen la instalación de detectores de metal en la entrada de la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds, después de que tres palestinos perdieran la vida en dicho lugar sagrado el 14 de julio.
El jueves, el presidente israelí, Reuven Rivlin, mantuvo una conversación telefónica con Erdogan a petición del presidente turco, en la cual Rivlin expresó la esperanza del régimen de Tel Aviv de que Turquía condene a los palestinos implicados en los choques del 14 de julio.
Erdogan, sin embargo, manifestó su “tristeza” por las bajas mortales dejadas por los incidentes en Al-Quds y enfatizó la necesidad de que se retiren los detectores de metales de la entrada de la Mezquita Al-Aqsa.