Guerra, corrupción y caos|Ucrania: Promesas incumplidas tras un año de la presidencia de Poroshenko

Hace exactamente un año, el multimillonario ucraniano Piotr Poroshenko ganó las elecciones presidenciales anticipadas celebradas tras el golpe de Estado en el país. Aunque durante su campaña electoral prometía poner fin al conflicto militar en Donbass y mejorar la vida de los ciudadanos, los resultados de sus 12 meses en el poder parecen más que desfavorables.

GUERRA

Aunque se observa una dinámica positiva en la resolución del conflicto en Donbass, los enfrentamientos entre las autodefensas de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk y el Ejército continúan, dado que la tregua ha sido violada por los soldados de Kiev en repetidas ocasiones. En lugar de la resolución rápida de la situación en la región prometida por Poroshenko, Ucrania sigue sufriendo un conflicto duradero que parece estar muy lejos de su fin. Las autoridades del país optaron por la militarización de la sociedad, mientras que el conflicto no resuelto en Donbass requiere grandes cantidades de fondos presupuestarios, que podrían haber sido utilizados para el desarrollo del país.

EJÉRCITO

Probablemente la única promesa cumplida de Poroshenko está relacionada con el reforzamiento del Ejército del país. En 2014, Kiev aumentó el tamaño de sus Fuerzas Armadas de 130.000 a 232.000 efectivos con la ayuda de tres olas de movilización parcial de la población. Los gastos militares crecieron de 1.300 millones de dólares en 2014 (el 1,79% del PIB) a 2.100 millones de dólares en 2015 (el 2,6% del PIB).

ECONOMÍA

En el sector socioeconómico, Ucrania está viviendo una recesión récord. Efectivamente, el país está al borde de un ‘default’ experimentando graves dificultades financieras y presupuestarias. Según las últimas previsiones del Banco Mundial, la caída del PIB de Ucrania en 2015 será del 7,5% frente al 6,8% en 2014. Los ciudadanos, a su vez, en lugar de la prosperidad prometida tuvieron que afrontar la reducción de su nivel de vida, el aumento del desempleo, la devaluación de la moneda nacional y precios elevados de productos de primera necesidad. Para obtener nuevos préstamos, Kiev tuvo que aceptar las estrictas exigencias del FMI sobre los ahorros presupuestarios a expensas de su propio pueblo.

POLÍTICA INTERNACIONAL

Durante la campaña electoral, Poroshenko prometió conseguir un acercamiento sin precedentes con la UE, hasta la plena adhesión de Ucrania al bloque, pero ahora, un año después, en las relaciones entre Occidente y Kiev se puede observar una ola de frío. La UE y EE.UU. esperaban la realización de ciertas reformas en el país, pero el estancamiento de este proceso y la situación generalmente inestable hicieron que los aliados occidentales de Poroshenko cambiaran de opinión.

Este cambio de postura quedó demostrado en la reciente cumbre de la Asociación Oriental de la UE en Riga. Aunque Kiev esperaba obtener el reconocimiento oficial de la perspectiva de su adhesión a la UE, el bloque dejó claro que de momento ve pocas probabilidades de que esto suceda en un futuro próximo.

SOCIEDAD

La población de Ucrania está dividida como nunca antes. Las diferencias entre los ucranianos del este y los del oeste del país con base en las ideologías políticas son extremadamente profundas. Es evidente que la división comenzó antes de la llegada al poder de Poroshenko, pero el presidente contribuyó a echar más leña al fuego de la discordia nacional ucraniana.

Las encuestas más recientes muestran que la calificación del presidente de Ucrania entre la sociedad cayó de manera significativa, informa RIA Novosti. Según el sondeo realizado por Research&Branding Group, la aprobación del jefe de Estado disminuyó en un año del 53% al 33%, lo que sugiere que la desconfianza pública en la política llevada a cabo por Poroshenko está creciendo.

T/ RT