El Parlamento Europeo (PE) aprobó este miércoles con 514 votos a favor, 66 en contra y 58 abstenciones, nuevas normas para reducir el consumo de tabaco, especialmente entre los jóvenes.
La Eurocámara y los Estados miembros también decidieron prohibir los aromas o sabores en los cigarrillos y el aumento del tamaño de las advertencias sanitarias en las cajetillas.
Asimismo, las nuevas disposiciones regularán los cigarrillos electrónicos, un producto en expansión que en la actualidad no cuenta con normas claras.
Una de las principales novedades afecta a las advertencias sanitarias, que ahora ocupan 40% de la superficie de los paquetes de tabaco y en el futuro se ampliarán a 65% de la cajetilla, en ambas caras.
Por otra parte, la nueva normativa aumentará la transparencia sobre los ingredientes utilizados.
Tras esta aprobación, la Comisión parlamentaria deberá establecer una lista de aditivos adicionales autorizados en los cigarrillos y el tabaco de liar, que puede llegar a contener hasta 70% más de nicotina de lo que permite la legislación en los cigarrillos convencionales.
En el caso de los cigarrillos electrónicos, los fabricantes deberán indicar si se trata de un producto medicinal, en cuyo caso tendrán que justificar sus propiedades a las autoridades médicas y comercializarlos como ayuda para dejar de fumar o alternativa al tabaco.
En este caso, no podrán contener más de 20 mg/ml de nicotina.
La prioridad de la nueva legislación serán los menores, ya que, según datos de la Comisión Europea, el 70 por ciento de los fumadores se engancha antes de llegar a la mayoría de edad.
Doce años después de la entrada en vigor de la actual directiva del tabaco, el porcentaje de fumadores ha disminuido de 40% (en los quince países que formaban la Unión en 2002) a 28% (en los veintisiete Estados miembros de la UE en 2012).
El objetivo de la directiva es reducir el número de fumadores en 2% durante cinco años, lo que supondría una reducción de 2,4 millones de fumadores al año.