Por Tulio Monsalve|Un 6-D para recordar (Opinión)

La fecha 6-D del 2016 motiva reflexiones. Destaca el agresivo espectáculo que deparan las amenazantes voces de la MUD con respecto al diálogo. Masacre insólita de frases altisonantes, que exponen sus heraldos de la muerte, con bocas torcidas en aquelarre en el que solo habita el odio más acérrimo.

Lamentable ver cómo repiten el mismo acto durante seis meses. Aunque, si medimos sus efectos en el campo de la política, se aprecia que su influencia en la opinión de la calle es cada vez más nula.

La fecha aniversario muestra solo los excesos de una Asamblea Nacional (AN) en manos de la oposición. Su balance es contradictorio. Por ejemplo, el dato más notable de su contabilidad es haber logrado ser declarado en desacato, por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) desde enero de 2016.

En ningún lugar del mundo puede haber una institución del Estado convertida en nido de águilas en rebelión contra los poderes constituidos. Pero no solo es ésta su mayor conquista, tienen otro penoso récord mundial: hasta la fecha, 33 de sus actos legislativos se deben repetir, por cuanto son un órgano declarado por el Tribunal Supremo de Justicia en desacato.

Tienen otra excelsa marca política. Negativa de cuanto han propuesto y poco han logrado concretar. Comenzando con esa declaración llena de barbarie del Presidente de la AN al juramentarse, y él, garantizar, por sus cenizas, que sacaría en seis meses al presidente Nicolás Maduro. Frase que sin duda la historia colocará, por falsa, en su epitafio.

Aunque, extraño, este mismo personaje hoy se muestra gestos menos rudos. ¿Será que se mira presidenciable?, o, se siente disminuido, ya que en la próxima Cámara de 2017 no será la figura que antes mandoneaba. A menos que con maña realice una movida relancina: le tire a Julio Borges y sus “mariposones, lechuguinos y petimetres” –como él los llama- un knock out fulminante.

También este 6-D es momento de hacer control en torno al seguimiento de cuanto se produce en la Mesa del Diálogo. En este “round” es un exceso la carta bajo la manga, gratuita, y como “pretensión”, poco diplomática del monseñor Pietro Parolini. Cuyo tono parece haber sido impuesto por la MUD, pues contradice cuanto propone sobre el diálogo el papa Francisco. Su semántica está llena de los mismos “ultimátum” y apremios del G-4 cuando quiere imponer unilateralmente al Gobierno sus chifladuras en la Mesa del Diálogo. Sin duda será un 6-D para recordar.

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