Corea del Norte advirtió este martes a Corea del Sur que afrontará «consecuencias inesperadas» si enciende un árbol de navidad montado en una estructura de 30 metros, con miles de lámparas, en la frontera entre ambos países.
La torre, que Pyongyang considera parte de una «guerra psicológica», fue colocada en el pico de Aegibong, una colina ubicada a tres kilómetros de la frontera occidental con Corea del Norte.
El año pasado el encendido de las luces provocó alerta en las tropas de Seúl, ante la posibilidad de una acción de soldados de Pyongyang.
La iluminación del árbol de navidad fue suspendida en 2004 y los representantes de ambos países habían acordado el cese de cualquier forma de propaganda, incluso religiosa, en la zona de frontera.
Corea del Norte, a través del sitio oficial Uriminjokkiri, advirtió que reaccionará si se produce el encendido de la torre, ya que considera esa acción parte de la propaganda para la difusión del cristianismo.
La cadena BBC reportó que Seúl autorizó el encendido de otras dos torres también ubicadas en la frontera.