El maestro larense protagonizó dos recitales seguidos en lugares diferentes|Con un concierto dirigido por Gustavo Dudamel la Casa Amarilla celebró 39 años del Sistema

Una maratónica jornada vivió el sábado pasado el maestro Gustavo Dudamel en Caracas, donde tuvo la oportunidad de dirigir dos conciertos seguidos. El primero de ellos, al frente de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (Ossbv), en el patio central de la Casa Amarilla Antonio José de Sucre, sede de la Cancillería venezolana; y el segundo, en el Centro Nacional de Acción Social por la Música (Cnasm), en Quebrada Honda, con la Orquesta Sinfónica Infantil de Venezuela.

Ambos espectáculos, de entrada gratuita para el pueblo, formaron parte de la programación preparada para celebrar los 39 años de la fundación del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, fundado por el maestro José Antonio Abreu el 12 de febrero de 1975. Este proyecto, casualmente, ofreció su primer concierto oficial en la Casa Amarilla el 30 de abril de ese mismo año, según recordó antes del recital el creador de esta noble iniciativa que actualmente ofrece formación musical gratuita a más de 200 mil niñas y niños de todos los estados del país.

Antes de dar inicio al concierto el maestro Abreu también recordó que en la sede de la Cancillería ejerció su primer empleo, específicamente en la Dirección de Política Económica, función que compartía con otro trabajo en la antigua Biblioteca Simón Rodríguez, a menos de una cuadra de la Casa Amarilla.

Los músicos de la Ossbv, guiados por Dudamel, comenzaron su presentación a cerca de las 4:30 pm con la Suite Santa Cruz de Pacairigua, compuesta en 1954 por el autor venezolano Evencio Castellanos, uno de los más destacados pupilos de Vicente Emilio Sojo.

Posteriormente las y los asistentes que abarrotaron la Casa Amarilla -así como el público agrupado en la plaza Bolívar frente a una pantalla gigante donde se trasmitía el espectáculo- pudieron disfrutar de la emblemática Sinfonía N° 4 en Fa Menor. Op. 36, creada en 1878 por el ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky.

En respuesta a una extensa y potente ovación, la orquesta regaló como bis la popular pieza venezolana Alma llanera, tema que, como era de esperarse contó con el acompañamiento coral del público.

Aunque público pedía el Mambo, de Leonard Bernstein, el director de 33 años de edad regresó al podio para repetir el “Gloria al Bravo Pueblo” y aproximadamente a las 5:45 PM partió hacia el Cnasm para cumplir con el concierto pautado para las 6:00 pm.

Una media hora después de lo previsto comenzó el recital en el que se lucieron una vez más las niñas y niños de la SNIV, primero con la única pieza repetida en los dos conciertos del día: Santa Cruz de Pacairigua, de Evencio Castellanos y posteriormente con la compleja Sinfonía N° 1 en Re Mayor, también conocida como Titán, de Gustav Mahler.

Al finalizar la primera interpretación, Dudamel se dirigió al público para alabar a la orquesta que, a medidos del año pasado “cambió la historia del Festival de Salzburgo”.

En la última edición del evento que tiene su sede en la ciudad natal de Mozart “hubo como una ruptura de lo que significaba el Festival de Salzburgo y se abrió paso algo nuevo, algo único que es nuestro amado Sistema de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela”, aseguró el músico.

El afamado director titular de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles recordó cuando comenzó en la primera edición de la SNIV, hace casi 20 años. “En aquel entonces nunca soñamos con que una orquesta infantil lograra lo que estas niñas y niños han alcanzado. Nunca pensamos que una orquesta infantil llegaría a ser capaz de interpretar un repertorio tan complejo como este”, aclaró.

Antes de continuar se refirió específicamente a la obra de Malher, un autor de una amplia complejidad técnica e interpretativa no solo para un conjunto infantil o juvenil “sino para cualquier orquesta del mundo.

En efecto, la orquesta honró las expectativas y el público estallo en estruendosos aplausos después de gozar de una impecable interpretación de una obra visiblemente compleja.

En respuesta a la euforia del público y sin compromisos posteriores que cumplir, Dudamel volvió al frente de las pequeñas y los pequeños músicos vestidos de blanco para regalarle a la audiencia el siempre esperado Mambo, de Bernstein.

Por si fuera poco, Dudamel invitó al director titular de la SNIV, el joven violista de la Juvenil de Caracas y coautor de la hazaña de Salzburgo, Jesús Parra, de escasos 18 años de edad, quien dirigió los bises “Alma Llanera” y la danza del ballet La Estancia, de Alberto Ginastera.

ÁGUILA NO CAZA MOSCAS

Durante el recital de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, realizado el pasado sábado en la Casa Amarilla, el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, ofreció unas palabras de solidaridad con el maestro José Antonio Abreu y con director Gustavo Dudamel, quienes han recibido críticas publicadas en las redes sociales de personas adeptas a la oposición.

“Quiero expresar palabras de solidaridad, de parte de todo el pueblo venezolano y la comunidad internacional, con el maestro Abreu, el maestro Dudamel y con los músicos de nuestro Sistema Nacional de Orquestas. Como lo hubiese dicho el comandante presidente Hugo Chávez: si alguien quiere desatar odio, que lo descargue contra nosotros, no contra ellos”, declaró el Canciller.

Recientemente la pianista venezolana radicada en exterior, Gabriela Montero, criticó públicamente en las redes sociales a José Antonio Abreu y Gustavo Dudamel por sus vínculos con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Abreu, en conversación con los medios de comunicación social, respondió que “le importa un bledo, absolutamente”, la carta de Montero.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor Rattia y Joel Aranguren