Hace 200 años arribó la expedición pacificadora arribó a Margarita|Un ejército español de 10 mil efectivos invadió Venezuela bajo el mando de Pablo Morillo

El 7 de abril de 1815, hace 200 años, llegó a la isla de Margarita un ejército expedicionario integrado por diez mil efectivos, a las órdenes del general Pablo Morillo Morillo para someter las colonias insurrectas de Venezuela y Nueva Granada, que venían guerreando por su Independencia desde 1810

SITUACIÓN MILITAR

Tras la expulsión de los invasores franceses de la Península Ibérica, y reasumir el trono en Madrid en 1814, el rey Fernando VII dispuso la organización de una expedición militar para sofocar la rebelión en sus colonias insurrectas, designando como jefe, con el título de “Pacificador” a Pablo Morilo. También se proponía el monarca alejar de España a los militares liberales que opuestos a su régimen absolutista, y reconfirmar, en Venezuela, su autoridad ante cualquier brote de insubordinación de factores realistas, a propósito de las actuaciones de José Tomás Boves en 1814.

Durante las primeras décadas del siglo XIX, en Europa se libraban guerras entre contingentes que alcanzaban decenas y hasta centenas de miles de soldados, como en la Batalla de Waterloo. En la América que peleaba contra España por su parte, especialmente Venezuela, la situación era diferente: desde 1810 el ejército patriota más numeroso que pudo organizase fue el que combatió en Carabobo el 24 de junio de 1821, que alcanzó unos 6.400 efectivos. Por tanto, haber reunido diez mil soldados realistas -más otros cuatro mil hombres entre marineros, apoyos de logística y otras funciones-, significó un hecho extraordinario y susceptible de anonadar la voluntad de resistencia más firme.

LA VENEZUELA DE 1815

José Manuel Oropeza, asesor realista de la Intendencia, dará una idea de la desolación que en lo económico afectaba la Venezuela de 1815: “¡No hay provincias!, Poblaciones de millares de almas, dice, han quedado reducidas unas centenas, otras a decenas(…)ya no se encuentran en las ciudades ni grano ni frutos” [Augusto Mijares, El Libertador].

A ello se suma el miedo y la división política de la población. Superar este cuadro requería, tras la caída de la Primera República, de gobiernos monarquistas benevolentes y paternales. No obstante que la Regencia hizo jurar en Caracas a comienzos de 1813, la Constitución de Cádiz “Monteverde, Boves y los otros la sustituyeron en seguida con ley de la conquista” como apunta José Gil Fortoul. Y Morillo poco contribuyó a modificar las circunstancias, por cuanto era del parecer de que “el sistema de Boves es el que conviene, y es el único con que se deban tratar a estas gentes” (Juan Manuel Cagigal, Memorias). Tales palabras delataban el estilo que impondrá el Pacificador en sus campañas.

Por ello, la opinión del país, que favorecía a los españoles -lo cual se reflejaba en el hecho de que en 1815 la independencia sólo era sostenida por pequeñas partidas en Oriente al mando de José Tadeo Monagas, y en Apure por José Antonio Páez-, fue variando paulatinamente.

MOSQUITOS – ERRORES Y BOLÍVAR

El Libertador, recién llegado a Kingston, Jamaica, apenas enterarse del arribo de de Morillo, escribe el 19 de mayo de 1815, a su benefactor Maxwell Hyslop, irlandés dedicado al comercio en aquella isla, un certero juicio respecto al significado que en lo inmediato tendrá la llegada a Costa Firme, de las tropas conquistadora de Pablo Morillo.

Tres fueron los factores que -seis años después del desembarco de las fuerzas peninsulares en Margarita-, inclinarían la balanza de la guerra a favor de los patriotas. El primero, el clima tropical, las enfermedades y y las picadas de animales a que no estaban acostumbrados los soldados europeos. El segundo, la errada manera de relacionarse Morillo con la población: muchos venezolanos que al arribo del jefe español le saludaron con beneplácito, dejaron de simpatizar con los realistas en vista de las exacciones y maltratos con que se les trató. De allí que no obstante los triunfos de Morillo en Cartagena, el Semen y el sometimiento de Bogotá, no ijpidieron su derrota final, En sus campañas daba prferencia a los peninsulares que a los oficiales criollos realistas Y el tercer factor fue el genio militar desplegado por Bolívar en el nuevo contexto de las hostilidades, su perseverancia para unir a los jefes patriotas y acopiar recursos en medio de la adversidad.

Sin duda, el Libertador acertó en su lectura acerca del significado del Ejército Expedicionario que arribó a Margarita en 1815, así como en la estrategia de articulación de los factores internos y externos para derrotar las fuerzas del colonialismo, como se evidenciaría en la liberación de Guayana de 1817, y las Batallas de San Félix (1817), Queseras del Medio (1819), Boyacá (1819), y Carabobo en 1821.

T/ Néstor Rivero
I/ Cortesía