Un fotomatón contra los prejuicios perrunos

La fotógrafa Lynn Terry ha diseñado un fotomatón que es todo un homenaje al amor perruno, así como al divertido Peter Sellers que todo can lleva dentro. Unas sesiones de fotomatón que han convertido a estos perros en estrellas de Internet y también en los protagonistas del delicioso libro ‘Colas desde el Fotomatón’ (‘Tails from the Booth’). Todo un revolcón de amor peludo. El objetivo es derrumbar, lametazo a lametazo, los prejuicios que sufren muchos perros rescatados en busca de familia, en especial, los de ciertas razas, como el pitbull.

Incógnita perruna: ¿qué ocurre cuando dos canes amigos tienen una cita peluda dentro de un fotomatón? Pues que hay besos que mojan a lengüetazo limpio, anchas sonrisas peludas, cómicas muecas imposibles, sacudidas de traseros y miradas de amor canino capaces de desmontar al metrosexual humano más duro del barrio. ¡Y todo esto aderezado con grandes dosis de cachondeo peludo! “Cuando dos perros y una cámara de fotos se encuentran en un fotomatón preparado para ellos tienden a ocurrir cosas maravillosas: los canes felices tienen la posibilidad de sacar su divertida y arrolladora personalidad», asegura a El Asombrario Lynn Terry, fotógrafa de animales y creadora del fotomatón perruno más famoso de Internet.

Luces, cámara…, ¡lengüetazo! Los primeros modelos que Terry lanzó al estrellato digital se llaman Bumper y Willis, una pareja de perros pitbull que ha logrado derretir a los internautas de medio mundo a golpe de besos húmedos. “Cuando invité a Bumper y Willis a entrar en el fotomatón por primera vez, abrí las cortinas y los dos empezaron de pronto a besarse y lamerse como locos. ¡Igual que habría hecho una pareja de novios muy enamorada! Estaban tan felices de verse y poder interactuar que la sesión fue un éxito”, cuenta la fotógrafa.

Los pitbulls Bumper y Willis en el fotomatón perruno.

Los pitbulls Bumper y Willis en el fotomatón perruno.

Terry subió a Internet aquella sesión deslenguada de Bumper y Willis editada con reminiscencias vintage, y las imágenes se hicieron virales. “Entonces hice más fotos, y aquellas imágenes también se hicieron muy famosas: el fotomatón se había convertido en una herramienta para cambiar la imagen equivocada que mucha gente tiene de los perros rescatados; y en especial de los pitbull; un proyecto con el que derrumbar los prejuicios que impiden que estos perros encuentren la familia que necesitan”, explica.

El amor peludo que existe entre Bumper (el repartidor de lengüetazos) y Willis (el receptor mojado de este efusivo amor perruno) ha convertido a los dos pitbull en todas una celebrities caninas digitales. Pero la vida perruna no siempre es fácil, y antes de ser rescatados por una pequeña protectora llamada Mutts N Stuff y conocer a su adorable familia humana actual, los dos sufrieron maltrato, víctimas del abandono y de crueles e ilegales peleas. “Los pitbull sufren muchos daños y prejuicios por culpa de la crueldad y el desconocimiento. Pero Bumper y Willis me enseñaron una lección importante: las horribles experiencias vividas no habían logrado borrar sus amorosas personalidades perrunas ni su capacidad para divertirse”, dice Terry.

 

 

 

F/Publico.es
F/Lynn Terry