Un total de nueve Puntos Fronterizos del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) están distribuidos en el territorio nacional. Allí han sido atendidos más de 53.789 connacionales que han regresado del extranjero,
Los compatriotas recibidos en las fronteras huyen de la xenofobia, el maltrato y la falta de atención médico-asistencial en otros países en medio de la pandemia de Covid-19. Son atendidos a su llegada al país en 150 Puntos de Atención Social Integral (PASI) por un equipo multidisciplinario formado por médicos venezolanos, la delegación de salud cubana, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el Saime y el Servicio de Policía de Migración, entre otros.
Los funcionarios del servicio migratorio se ocupan, entre otras tareas, de la revisión de los documentos de identidad de los ciudadanos que ingresan al país. Todo venezolano es verificado en el sistema biométrico dactilar así como su documento de identidad para constatar que es la misma persona, comprobar su estatus y corroborar si tiene alguna solicitud de un organismo de seguridad del Estado. De esta manera, los puntos fronterizos llevan el registro estadístico de los que retornan a la patria.
Todos estos procedimientos se realizan bajo las instrucciones de la Dirección de Migración del ente identificador con el apoyo de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y un equipo de epidemiólogos, que durante el procedimiento cumplen con los protocolos de prevención de la Covid-19.
Luego del proceso de captación, los ciudadanos quedan a cargo de Control Epidemiológico para la aplicación del test de diagnóstico rápido. Los que resultan positivo son aislados y llevados al PASI correspondientes, donde se les realizan otras pruebas y se les suministran los tratamientos correspondientes. Todos los que ingresan deben cumplir la cuarentena.