Artículo de Manuel López|Una cara de la moneda (Opinión)

Desde hace dos meses, economistas y empresarios de las más diversas tendencia políticas vienen insistiendo en la necesidades de un cambio en la paridad del bolívar frente al dólar, como si esa fuese la panacea para solucionar, lo que a su juicio, representa una distorsión de la economía del país que afecta el desenvolvimiento de la actividad productiva.

Esta apreciación no es solo de los teóricos y analistas venezolanos, sino que tanto en Europa como en Estados Unidos se considera al tipo de cambio, y la política monetaria en general, como un instrumento fundamental para encaminar la economía por la senda del crecimiento.

Una apreciación que comparten tanto los políticos como los inversionistas financieros que se manejan en los mercados bursátiles de los cinco continentes, porque aprovechan las ventajas que ofrece la globalización.

En resumidas cuentas, esos analistas que propugnan una devaluación inmediata estiman que tal decisión puede darle un renovado empujón a la economía, para mantener la tasa de crecimiento este año alrededor de 6%, tal como se prevé en el presupuesto del ejercicio fiscal 2013.

Desafortunadamente, una devaluación del bolívar lo que llevará es a un incremento de la inflación, porque aunque la mayoría de los agentes económicos, excluidos los que deben regirse por la regulación de precios, ya han indexado el valor de sus productos al dólar paralelo, aprovecharían el cambio de paridad dólar-bolívar, para incrementar aún más el costo de los productos, dado el alto componente especulativo de la economía venezolana y los elevados volúmenes de liquidez monetaria que lo incentivan.

Esta es apenas una cara de la moneda que es necesario considerar a la hora de tomar una medida de esta naturaleza.

manueltodosadentro@yahoo.es

Texto/ Manuel López