HÉCATE VIEJA Y SABIA
POR: MARIADELA VILLANUEVA
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La historia la escriben los vencedores
(Winston Churchill)
Me pregunto si en las narraciones del cambio de época que vive la humanidad los historiadores incluirán u omitirán el papel que le ha tocado jugar hoy a nuestra amada Venezuela, país norteño de la América marginada del protagonismo mundial, asociado hasta hace unos años por unos pocos con Simón Bolívar y por unos muchos, con el petróleo y la belleza de sus mujeres.
País multifacético y poco convencional transformado, al pasar de una democracia tutelada a una fulana “dictadura”, en esperanza de los parias de la Tierra y, por ende, en una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior” del decadente pero militarmente dominante imperio estadounidense. Apreciación hipócritamente compartida por los poderes públicos y privados de la antes omnipotente Europa, sometida hoy a los mandatos de la implacable Troika.
País reto para las clases dominantes/dominadas de la región nuestroamericana encargadas de la difícil labor de mantener bajo control a pueblos contagiados de efervescencia libertaria. Desafío desconcertante para su versión local: cipayos de opiniones dependientes y pendulantes: unidad sí-unidad no, violencia sí-violencia no, elecciones sí-elecciones no, diálogo sí-dialogo no…
Situados en el ojo del huracán y acosados por todos los flancos, los protagonistas de esta historia: el Pueblo-Poder Originario-el Gobierno y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana han (hemos) conjurado embates de todo tipo derivados de vivir en un país tan “peligroso”.
Han enfrentado estoicamente, y no tan estoicamente cuando ha sido necesario, una conspiración creciente para reapropiarse de nuestra riqueza energética y minera, para tomar control de nuestra ubicación geográfica estratégica, para disuadir a nuestros aliados de sus avances en nuestra región y para frenar nuestros impulsos libertarios y solidarios.
Y en medio de ese acoso cada vez mas descarado, los venezolanos hemos optado libre y democráticamente por nuestra “dictadura”, legitimando y relegitimando mediante voto universal y secreto a nuestros flamantes “dictadores”: el comandante Hugo Chávez y su sucesor el presidente Nicolás Maduro Moros.
Lo cual, independientemente de los resultados del Diálogo que para el momento en que entrego estas líneas aun se desarrolla en República Dominicana y de cualquier provocación previa a los próximos comicios, me permite asegurar sin mayor riesgo a equivocarme que el Pueblo venezolano está decidido a seguir en “dictadura”. ¡A reelegir a Nicolás!
¡Venceremos!