Mary Virginia Jones, una americana de 74 años que pasó 32 años de su vida en la cárcel por un crimen que no cometió, fue liberada ayer lunes, gracias al empeño de un grupo de estudiantes de Derecho que defendían su inocencia ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, EE.UU.
Esta estadounidense, bautizada como “Madre María” por ser muy piadosa, fue condenada a cadena perpetua en 1981 por supuestamente ser cómplice del asesinato de un traficante. Delito cometido por su compañero sentimental de entonces, Mose Willis.
Según los estudiantes de Derecho de la Universidad de California del Sur (USC), que defendieron el caso de esta septuagenaria ante el citado tribunal, Willis le puso a su compañera una pistola en la sien para obligarla a llevar al traficante a una callejuela, donde Willis procedió a matarlo.
Mose Willis fue detenido y condenado a muerte, pero falleció antes de su ejecución en 1988.
«No participé en ese asesinato por mi propia voluntad», afirmó Jones el lunes en corte. Por su lado, la oficina del fiscal, que reabrió la investigación, decidió poner en libertad a la septuagenaria quien siempre defendió su inocencia.