El próximo viernes 14 de noviembre se presentarán en Viena|Con una ovación extraordinaria el público agradeció el debut de la Sinfónica Juvenil de Caracas en Hungría

Lamentablemente, por razones técnicas, no estaban previsto los bises, aunque el público del Liszt Academy Concert Centre se los pedía con insistentes aplausos a la Sinfónica Juvenil de Caracas, la primera agrupación del Sistema de Orquestas en presentarse en suelo húngaro, la noche del pasado martes 11 de septiembre.

Un total de 600 pares de palmas chocando al mismo ritmo hicieron que al finalizar la última nota que el director de 34 años de edad, Dietrich Paredes saliera una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces para recibir el cariño del público que no paró su ovación hasta que niñas, niños y jóvenes salieron de la sala.

“Nos quedamos esperando más, al menos otra pieza y también teníamos la esperanza de llevarnos una chaqueta, como hicieron en Zagreb”, comentó al Correo del Orinoco en un dificultoso pero claro español el profesor de chelo Géza Szádeczky Kardoss, coordinador de un programa social y musical que apenas se gesta en Hungría, al hacer referencia a la costumbre de la orquesta de lanzar al público chaquetas con la bandera de Venezuela al finalizar algunos recitales.

Dentro del público, unos tres o cuatro venezolanos que viven en Budapest, así como el embajador de Venezuela en Hungría, Raúl Betancourt, confirmaron que no era usual un entusiasmo similar por parte del público local, acostumbrado a asistir al prestigioso escenario establecido en 1907, donde se han presentado las más importantes orquestas del mundo.

El espectáculo preparado para esta quinta presentación de la Gira Europa 2014 de la OSJC, comenzó con Sensemayá, del mexicano Silvestre Revueltas, la única que figura en los siete programas de este periplo la agrupación por el Viejo Continente .

Posteriormente, el solista Edicson Ruíz en su segunda y última presentación durante esta gira, sorprendió al público con la interpretación del Concierto Nº1 para contrabajo y orquesta, del compositor sueco Rolf Martisson, quien disfrutó una vez más de la ejecución de su obra, como lo hizo en el concierto programado en París el pasado 6 de noviembre.

Según comentó Rolf Martisson en el intermedio, la del martes pasado en Budapest, fue la mejor interpretación que ha escuchado hasta ahora, de las ocho oportunidades que ha tenido de apreciar su propia composición para contrabajo y orquesta.

“La acústica del teatro es realmente buena. Y Edicson (Ruiz) es un excelente intérprete”, además, Dietrich Paredes “dirige con mucha precisión y claridad”, opinó el compositor.

La guinda del helado la pusieron con la Sinfonía Nº3, también conocida como la Sinfonía órgano, del francés, Charles Camille Saint-Saëns, una pieza evidentemente escogida para que la orquesta pudiera demostrar toda su calidad técnica e interpretativa, que finalmente desató en el público húngaro una reacción extraordinaria.

En conversación con el Correo del Orinoco, los tres concertinos de la gira: Andrés Rivas, Roderick Labrador y Franklin Bolívar, explicaron que aún cuando en una gira generalmente el primer concierto y el último son especiales por razones obvias, en esta oportunidad los tres tenían expectativas especiales con el recital de Budapest.

“La OSJC como que siente la energía de la sala y de los aplausos cuando la gente se ve emotiva desde la primera parte del concierto. Si el público reacciona bien luego de esa primera obra, la orquesta se crece y más en una sala como esta, con esa arquitectura que nos inspira más, su acústica, su historia, las orquestas de renombre que se han presentado. Que nos hayamos presentado aquí como juveniles es muy importante y nos llena de orgullo”, comentó Rivas.

Además de la sala, a decir del también violinista Jesús Uzcátegui, influyó esencialmente el hecho de que se presentaran por primera vez en Hungría en representación del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles de Venezuela.

“Como dice Jesús (Uzcátegui), somos la primera orquesta del Sistema que viene a Croacia, y en esta oportunidad a Hungría, y las expectativas del público en estos dos países es muy alta y sentíamos que teníamos que superarla a toda costa. La carta de presentación del Sistema es la Orquesta Simón Bolívar y nosotros teníamos que estar a la altura de eso. Hemos trabajado muy duro en los ensayos con el maestro Abreu y con el maestro Dietrich y gracias a eso pudimos hacer dos tremendos conciertos”, confirmó Rivas.

Luego del recital en Budapest, la SJC viajará a Viena, donde tienen planificado realizar hoy una actividad académica, junto con la réplica del Sistema en ese país, y el viernes un concierto en el Teatro Musikverein.

Texto/Luis Jesús González Cova
Foto/Nohely Oliveros-FindaMusical

¡PARA GLORIA DE NUESTRO PAÍS!

  • Lo que el maestro Abreu ha hecho se pierde de vista a nuestra comprensión. Los Europeos están impresionados, por la forma como este sistema ha logrado poner al alcance de todos, especialmente de los niños pobres, la ejecución de algo tan elitesco. Tenían el concepto de que solamente a través de costosos estudios, naturalmente gente de la clase media alta o superdotados de la música, se podía acceder a interpretarla. Cuando el maestro se despida de la vida terrenal, es decir de nosotros, ya me imagino los homenajes que se harán en su nombre, en todo el mundo..