Una premonición materna impulsó a Hersony Canelón

Cuando el ciclista Hersony Canelón despertó y vio su teléfono recientemente, lo primero que leyó fue un mensaje de su mamá que lo motivava para afrontar la final de keirin individual, y que terminó siendo una premonición.

En el texto, su progenitora le decía que él era campeón, que lo veía triunfar en la carrera en la que enfrentaría al colombiano Fabián Puerta, actual campeón mundial de keirin y abanderado de su país, ante el que había perdido un día antes la prueba de velocidad individual de los XI Juegos Suramericanos de Cochabamba, Bolivia.

Después de haber ganado dos de plata en el ciclismo de pista, incluyendo la alcanzada en la velocidad por equipos, Canelón se aferró a las palabras de su madre y subió a la pista del Velódromo Villa Suramericana con la misión de lograr la revancha ante el neogranadino. Y la obtuvo.

Tras adelantar a varios rivales, el olímpico apretó la marcha en la última curva del óvalo y quedó parejo con Puerta, para luego ganarle con un remate que despertó la algarabía del público.

«Mi mamá, esta mañana cuando me desperté, me dejó un mensaje que decía que era campeón, que lo veía. Ella estaba con mis hijos y me decía que hoy era ganador, y dije amén», relató a la prensa venezolana.

«Este triunfo para mí significa muchísimo. Fabián Puerta es un corredor muy fuerte, es el campeón mundial actual de keirin, y ganarle para mí significa que el trabajo que hice, que es un trabajo que lleva semanas, valió la pena», sostuvo tras ser consultado sobre la carrera.

TENSIÓN

La revancha no terminó al cruzar la meta. Su triunfo fue reclamado por el equipo colombiano, que alegó una presunta falta del venezolano en una de las líneas de carrera. Sin embargo, tras revisar los videos, los jueces y comisionados ratificaron la victoria del olímpico: «Son cosas de carrera, él es el campeón del mundo, es el abanderado de Colombia. Se cometió una falta, pero como él también cometió una quedó pareja, y al final el resultado es uno solo: el campeón fui yo».

La victoria significó, además, el resurgir de Canelón, que tenía más de dos años sin competir en carreras élites por una gastritis que lo afectó después de los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Por esa afección, asegura, decidió tomarse un descanso para retomar las pistas con un nuevo método de trabajo y un equipo renovado, entre los que menciona a Héctor Albarrán, Wilmer Campos y César Marcano, su compañero en las Olimpiadas de Río en el equipo de velocidad.

«Mi triunfo es para ellos que estuvieron día a día trabajando y, bueno, le ganamos al campeón del mundo, que es muy fuerte, y sabemos que tenemos para seguir cosechando triunfos para Venezuela. Tokio 2020 nos espera», destacó.

Canelón ahora asegura estar preparado para asistir este año a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, y al Campeonato Panamericano de Pista Élite programado para agosto en México.

T/ Redacción CO
F/ AVN