Científicos rusos del Instituto de Magnetismo Terrestre, Ionósfera y Propagación de Ondas de Radio (IZMIRAN) han registrado una llamarada solar que duró más de tres horas y que podría causar una tormenta magnética el 30 o el 31 de diciembre.
Según información de la agencia TASS, la posibilidad de una fuerte tormenta magnética se debe a que la llamarada tuvo lugar en una zona activa situada en la parte central del disco solar.
Los corrientes procedentes de esta zona suelen alcanzar la Tierra en dos o tres días, por lo que la noche de fin de año podría verse azotada por la tormenta.