Columna la canalla mediática|¡Y el pueblo se hizo comunicador! (Opinión)

Al citar al autor de La ciencia de la comunicación humana, Wilbur Schramm, el recordado «profe» y camarada Héctor Mujica subraya en su libro El imperio de la noticia una afirmación absolutamente pertinente para entender el contexto en que se vienen dando los procesos comunicacionales en la Revolución Bolivariana: «..Es engañoso pensar -señala Schramm- que el proceso de comunicación empieza en alguna parte y termina en alguna parte».

Pienso en esto cuando me detengo a analizar el éxito de la campaña de recolección de firmas en rechazo al llamado «Decreto de Obama», la cual, a partir de una sencilla oración de cinco palabras logró lo que envidiarían las más efectivas agencias de publicidad: posicionar un mensaje y lograr la adhesión (compra) de su propuesta (producto).

¿Qué pasó allí?, ¿cuál fue el gatillo que disparó de manera meteórica la respuesta de millones de personas, que literalmente «corrieron» a estampar sus firmas en los cuadernos impresos para tal fin?

La respuesta nos la da el mismo Schramm al concluir que «el proceso de la comunicación no termina nunca», ya que se trata de un constante fluir de información.

Pasó lo mismo que con el «¡Uh Ah, Chávez no se va!» y con el incondicional «Con hambre y desempleo con Chávez me resteo», expresiones que calaron de tal manera en el pueblo que comenzaron a rodar de manera espontánea, generando una reacción en cadena que rompió el tradicional esquema emisor-receptor que suele acompañar las estrategias de propaganda.

Los carteles con el mensaje se reprodujeron en cientos de modelos y formatos, la gente salió a la calle pregonando la consigna, los artistas lo difundieron con sus lenguajes creativos, los niños lo dibujaron y le dieron sentido lúdico.

Cosas buenas están pasando… el pueblo se está haciendo comunicador.

T/Armando Carías
armandocarias@gmail.com