Unas 12 mil personas visitan al mes el Teatro Municipal de Valencia

Tras dejar la luz y el calor del día y atravesar aquellas anchas puertas hacia el interior del blanco recinto se le atempera el cuerpo al visitante. Ante una iluminación tenue, este continúa su paso por un pequeño pasillo para luego correr una blanda cortina. Ahora los ojos se posan sobre el escenario entablado.

Es una de las imágenes de quien ingresa hoy al Teatro Municipal de Valencia. Un olor a tela nueva domina cada rincón, el sonido de lo más mínimo parece sumiso a la jefatura de lo armónico de la atmósfera interna.

Arriba, un anchuroso plafón, a cuyo centro se fija una lámpara, otorga un aire majestuoso en fraternidad con las hileras de butacas, de las paredes y las rojas alfombras de abajo. Ahora el visitante solo espera la función del programa.

Para Juan José Piñero, presidente del Teatro Municipal de Valencia, existe una “nueva etapa hermosa” de esta estructura, pues “se han recuperado las 647 butacas que no se tapizaban desde 1994”.

Los trabajos contemplaron el arreglo de los baños, de las alfombras del lobby, de los pasillos centrales, la aplicación de pintura de calidad, se acomodaron los aires acondicionados “que se hallaban por el piso durante la gestión pasada de oposición”.

En la actualidad se abrieron las puertas del establecimiento “para todas y todos”. Por ejemplo, hoy se desarrolla un programa llamado La Escuela va al Teatro, mediante el cual se invita a los planteles municipales, regionales y nacionales a recorrer con guías todos las áreas internas y externas.

“Con personajes teatralizados se les cuentan las historias a los niños y niñas, jóvenes, para después presentar actos didácticos con música, teatro, danza, a objeto de que empiecen a amar estos espacios y las artes”, precisó Piñero.

El programa Recicla Teatro, por su parte, invita a la comunidad a que para entrar se traiga plástico, esto para fomentar la cultura del reciclaje en el centro de la ciudad, y a la par para poder crear recursos para la institución, dependiente de la Alcaldía de Valencia.

Según el vocero, el Teatro Café se celebra a cielo abierto en la entrada, donde además, se proyecta cine para la comunidad, se celebran festivales, entre ellos, de dramaturgia. En paralelo, por supuesto, se llevan a cabo presentaciones pagas de obras que sirven para la autogestión, “hay un equilibrio” entre ambas formas.

El entorno

Desde el año pasado, sobre todo, a mucha gente le atemorizaba asistir al centro de la urbe, por ende al Municipal, “prácticamente a las 3.00 de la tarde el casco histórico quedaba desolado, un poco por la falta de asistencia policial”, admitió el funcionario.

En la actualidad, “gracias al gobernador Rafael Lacava y al alcalde Jesús Marvez, se creó una policía ciclística patrimonial que cuida el perímetro, la cual junto al éxito de la Expo Valencia”, permitió que visitantes comprobaran el control de la delincuencia en estos sitios.

A su juicio, resultó un logro significativo el hecho de que millares de personas acudieran hasta las 11.00 de la noche a eventos culturales, en el caso del teatro se recibieron a más de 4 mil personas, en el contexto de la exposición organizada por el gobierno valenciano.

En esa ocasión, se emprendieron funciones continuas, no solo a lo intrínseco de la edificación sino en las plazas Bolívar y Sucre, gracias a lo cual “la gente recuperó su confianza en el centro, ahora iluminado en su totalidad, y esto debemos seguir fortaleciéndolo”.

Hasta se poseen unos estacionamientos aliados, algunos privados y otros del municipio, explicó Piñero, quien juzgó de maravilloso lo que ocurre hoy en los lugares donde durante mucho tiempo se hallaban a oscuras.

El servidor público calcula que unas 12 mil personas ingresan al teatro al mes, lo cual contrasta con la administración pasada, que la mantenía como un sitio cerrado, alejado de la mayoría, con una visión de élite.

“Algunos que le pasaban por un lado se persignaban creyendo que era una iglesia cerrada, incluso, lo querían convertir en un museo; resultaba escasa la programación, incluyendo la de la élite, es decir, no se hacía nada”, reprochó.

Se suma por estos días a la lista de eventos –añade el músico- la ruta ciclística que se inicia todos los domingos a las 9:00 de la mañana, y la cual acude a todas las joyas arquitectónicas del casco central, a fin de explicarle a la población la historia de esta franja territorial.

Historia viva

De acuerdo con Piñero, la edificación se construyó hace 124 años, como inspiración del Teatro de la Ópera de París, “no existe otro como este en el país; aquí se han presentado, asimismo, grandes figuras como Carlos Gardel”.

Con Gardel sucedió un hecho curioso, cuenta Piñero: “Después de su concierto, a la salida lo esperaban unos militares de Gómez, quienes lo llevaron a Maracay, donde le cantó al dictador. Este le pagó con dos morocotas de oro, (…). Gardel pronto se fue a Curazao para donarles las dos morocotas a los políticos exiliados, esto para la lucha de Venezuela contra la dictadura”.

Se presentaron Marcel Marceau, Luciano Pavarotti, Luis Miguel, Simón Díaz, hasta Alí Primera, entre muchos otros, tanto nacionales como internacionales, “y en este momento tienen su espacio del mismo modo los artistas de las comunidades”, aseveró.

Dos Mundos

El músico carabobeño Jesús González cree que el tiempo presente del Teatro Municipal dista de forma diametral con la época represiva de los 90, cuando por la simple apariencia, un artista era reprimido y excluido del circuito de eventos del establishment.

“Hasta que llegó el comandante Hugo Chávez y eso se acabó en todos los sentidos, incluso en el arte, pero unos años después, lamentablemente volvimos a lo mismo cuando asumió el señor Michelle Cocchiola la alcaldía de Valencia”, reflexionó.

González calificó de “oscurantismo total” la gestión de oposición en la capital del estado, tiempo cuando se instauró en lo localidad “la política neoliberal”, es decir, apartó “como se sabe a los adultos mayores, a la cultura”.

La ciudad sufrió un despojo de sus instituciones culturales, como Fundacultura, el Centro de Artes Vivas Alexis Mújica (Cavam), y la cartelera del Municipal “cayó en lo mismo, y llegó a un estado deplorable”, criticó el periodista.

Sin embargo, al conquistar la gestión de Valencia, el proceso bolivariano, se ha marcado una diferencia “en favor no solo de los artistas, sino de toda la comunidad”, que ahora goza de un espacio para la elevación del espíritu”, cotejó.

Con el burgomaestre Jesús Marvez, y con la gobernación a manos de Rafael Lacava, el Municipal, verbigracia, “se ha mantenido abierto incluso para aquellos que han estado en contra del proyecto bolivariano”.

Con libertad exponen sus trabajos culturales los contrarios al Gobierno, pero lo importante es que sea el público, el que saque sus conclusiones, instó González, quien desde hace varios lustros se ha lucido con heterogéneas bandas musicales en el centro de la nación.

En fin, “para nosotros, quienes amamos las artes, lo que ha ocurrido en el teatro ha sido una bendición”, lo cual “hay que reconocer”, concluyó el comunicador social, quien invitó a todos los venezolanos a conocer este recinto.

Datos

Una de las maravillas del teatro, ideado por el arquitecto Antonio Malaussena, es el plafón del techo central pintado por Antonio Herrera Toro, quien dividió el círculo en tres áreas, donde colocó medallones con retratos de figuras célebres de la música y la literatura.

El Teatro se incluyó en el listado de los monumentos históricos de la nación desde 1964, la administración recae en la alcaldía de Valencia, y la última rehabilitación integral la llevó adelante el Gobierno Bolivariano.

T/Luis Tovías Baciao
F/Prensa TMV
Valencia