Unas 378 personas entre civiles y militares sirios fueron decapatidas por un mercenario checheno integrante del Frente al-Nursa, grupo terrorista vinculado a Al-Qaeda, según informó este martes el diario electrónico alhadathnews.com citando a fuentes yihadistas.
El medio local identificó al asesino como Abu Muslim, alias Abu Walid, quien sin mediar palabras y sin compasión alguna procedió a degollar con un cuchillo a sus víctimas.
Este ciudadano se infiltró en Siria en mayo de 2012 a través de la frontera con Turquía, y cometió todas sus agresiones en la provincia occidental de Latakia (noreste), precisamente en zonas ocupadas por los rebeldes que buscan desesperadamente tumbar el gobierno del presidente Bashar Al Assad.
Las atrocidades de los grupos terroristas, apoyados por poderes extranjeros en Siria y liderados por Estados Unidos (EE.UU.) e Israel, ocupan a diario titulares que dan la vuelta al mundo y horrorizan a la opinión pública.
Según varias fuentes, el mercenario checheno fue eliminado hace unos días durante las operaciones de limpieza del Ejército sirio en la portuaria ciudad de Latakia.
Organizaciones sociales denunciaron que mercenarios sirios mataron a al menos a 190 civiles y tomaron como rehenes a 200 en una ofensiva el pasado agosto contra poblaciones alauíes de la mencionada provincia. Asimismo argumentaron que los abusos cometidos durante esta campaña contra localidades partidarias del Gobierno sirio se pueden considerar crímenes de guerra y contra la Humanidad.
Los textos precisan que de los 190 fallecidos, al menos 67 fueron asesinados de forma ilegal. La mayoría presenta numerosas heridas de disparos y puñaladas, y algunos fueron decapitados durante intervención de los mercenarios el pasado 4 de agosto en unas diez localidades alauíes.
La masacre por la cual se vanaglorian los yihadistas saca a la luz, una vez más, la esencia inhumana de una guerra que ha sido impuesta por los terroristas desde hace 31 meses al pueblo y el Gobierno sirio, aprovechando el total apoyo de Occidente y de varios países regionales.
Desde 2011 Siria ha sido escenario de fuertes disturbios creados por los terroristas, de los que, según informes oficiales, un alto número son extranjeros. Recientemente, el Ministerio del Interior del Reino Unido, además de corroborar la información, expresó su preocupación por la futura repatriación de los “terroristas británicos entrenados” que militan en Siria.