Con el nombre de Pütchipü’üirua, Palabrero en Wayuunaiki, es conocido el encuentro de ancianos de los 16 clanes Wayuu donde mediante la palabra se resuelven los conflictos suscitados entre ellos. El mismo es celebrado desde un incalculable tiempo ancestral y por tales méritos fue declarado como “Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad” por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) durante la reunión del Comité Intergubernamental celebrada este martes en la ciudad de Nairobi- Kenya.
Según la cosmovisión Wayuu, Maleiwa (Dios creador) dio a los chamanes el don de entenderlo, para esto utilizaría la palabra como canal de comunicación, así sus hijos sabrían que hacer cuando esto sucediera. Hoy la misma creencia y tradición sigue practicándose en los pueblos originarios que hacen vida en Colombia y Venezuela en la zona conocida como “La Guajira”.
La Unesco atribuyó a Colombia al mérito, pero en palabras de los mismos Wayuu, los originarios de la Guajira “no son ni Colombianos ni Venezolanos, somos Wayuu”, por esto el reconocimiento llena de gozo a ambos países.
La comunidad de los wayuus está asentada en la Península de La Guajira, situada entre Colombia y Venezuela. Su sistema normativo comprende un conjunto de principios, procedimientos y ritos que rigen la conducta social y espiritual de la comunidad.
Inspirado en principios de reparación y compensación, este sistema es aplicado por las autoridades morales autóctonas: los pütchipü’üis o “palabreros”, personas experimentadas en la solución de conflictos y desavenencias entre los clanes matrilineales de los wayuus” consideró la Organización, durante la reunión presidida por Jacob Ole Miaron en Kenya.
Junto al Palabrero fueron reconocidos también el arte tradicional del tejido de la alfombra azerbaiyana ,en la República de Azerbaiyán, el carnaval de Aalst Houtem Jaarmarkt, la feria invernal anual y elmercado de ganado, en Sint-Lievens-Houtem, los Krakelingen y el Tonnekensbrand y las festividades del pan y del vino del final del invierno en Geraardsbergen.
De igual forma se honrró la acupuntura y la moxibustión de la medicina tradicional china, la ópera de Pekín, músicas de marimba y cantos tradicionales del Pacífico Sur de Colombia, la elaboración del pan de especias en el norte de Croacia, la cortejos por las casas y máscaras de carnaval en los pueblos de la región de Hlinecko, el gremio, red de transmisión de conocimientos e identidades mediante la práctica de un oficio, el arte del encaje de aguja de Alençon y la gastronomía francesa.
El reconocimiento llega al mismo tiempo en que La Guajira es azotada por fuertes las lluvias que han afectado a unas 600 familias. Sin duda alguna, la buena nueva alegrará a los 2.500 habitantes de esta zona que viven tan duros momentos en la actualidad.