En Brasil, al menos 356 millones de animales salvajes perdieron la vida en los primeros 10 meses de 2015, de acuerdo al Centro Brasileño de Estudios en Ecología en las Carreteras (CBEE).
Para dar con la cifra, se utilizó un algoritmo matemático en 14 estudios científicos distintos, y arrojó que fallece una media de 15 animales vertebrados terrestres por segundo; que anualmente completa 475 millones, de los cuales un 90 por ciento corresponde a animales de pequeño porte.
Brasil es un país que cuenta con 1,7 millones de kilómetros cuadrados de carreteras.
El restante se divide en 40 millones animales de mediano tamaño tales como monos, zarigüeyas o conejos, y unos 5 millones de animales de gran porte, entre los que se incluyen especies como el jaguar, las capibaras (roedor), los tapires y los lobos de crin o «guará guazú».
ACCIDENTES
Existe una relación directa entre la presión demográfica y el número de muertes siendo el estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil con 31,3 millones de habitantes, el que mayor número de incidentes registró.
Le siguen los estados del Sudeste del país como Río de Janeiro, Minas Gerais y las regiones del sur Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul.
El contraste con las regiones amazónicas de Acre, Amazonas, Amará y Roraima es extremo ya que las regiones apenas tienen densidad demográfica y a que gran parte de los transportes se realizan por la vía fluvial, apenas aparecen en las estadísticas mientras que las regiones del Nordeste y el Centro-Oeste tienen datos muy dispares.
La CBEE creó el «Atropellómetro», un contador virtual del número de muertes de animales, en el país con mayor biodiversidad de flora y fauna del planeta.