El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; y miembros del Congreso urgieron este miércoles a que se apruebe un paquete de ayuda para los damnificados por el paso del huracán Sandy en octubre.
La reacción se produjo tras la decisión del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, de suspender ayer el veto de la medida propuesta por el Ejecutivo.
Obama, quien retomó este miércoles sus vacaciones en Hawai luego del acuerdo sobre el abismo fiscal, insistió a los republicanos de la Cámara baja que aprueben sin demora la iniciativa.
El representante Pete King, republicano de Nueva York, criticó la decisión de Boehner y opinó que no existen precedentes de que el Congreso le dé la espalda a un desastre natural.
La ayuda, de unos 60 mil 400 millones de dólares, fue aprobada la semana pasada por el Senado, con apoyo bipartidista.
El dinero se destinará a labores de limpieza y reconstrucción, especialmente en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.
Sandy dejó más de una centenar de muertos y pérdidas millonarias en la costa este del país.
Sin embargo, de no producirse un cambio abrupto de opiniones entre los legisladores, el proyecto ya sancionado en la Cámara alta morirá, pues la actual legislatura del Capitolio finaliza mañana, al mediodía.