«Un instrumento musical que en el extranjero cuesta 150 dólares, nadie puede entender cómo aquí en Venezuela lo venden en 20.000 bolívares», expresó el músico Jorge Galindo desde la tienda Allegro, especializada en estos implementos y ubicada en el sector Chacaíto, de Caracas.
A pesar de haber sido fiscalizadas por el Órgano Superior para la Defensa Popular para la Economía y de ajustar los precios en toda la mercancía, los usuarios consideran que los montos deben bajar aún más, refirió una nota de prensa de la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop).
«Los dueños de las distribuidoras son los dueños de las tiendas. Soy cliente constante y conozco la mercancía: hay guitarras y baterías que tienen meses y les remarcan lo precios. Por más que se saquen cuentas, con márgenes de ganancia razonables, los precios aún siguen siendo muy elevados», sostuvo por su parte el músico Jorge Duque.
Del mismo modo, los compradores se han quejado de lentitud en la atención. El encargado de la tienda señaló que en la compra de instrumentos musicales y otros productos especializados como cámaras de video y fotografía, influyen variables diferentes que en las transacciones de ropa o comida.
«El cliente quiere probar el instrumento, tocarlo, se toman su tiempo antes de invertir el dinero; por eso tenemos una cola afuera de gente queriendo entrar. Nuestro personal no se da abasto», dijo.
Sin embargo, la gente se pregunta por qué en algunos momentos funciona una sola caja para facturar y por qué baterías o guitarras son sacadas de los anaqueles sin haber sido compradas aparentemente por nadie. Algunos coinciden en que se trata de un boicot contra las medidas del Gobierno en la lucha contra la guerra económica.
«Nosotros no estamos contra los trabajadores. Ellos cumplen con lo que dice el dueño, pero hay una operación morrocoy para causar malestar en la gente y buscar excusas para cerrar la tienda», denunció otro usuario.
El Gobierno venezolano ha impulsado un intenso plan de inspecciones en todo el país sobre los comercios, ante la ola especulativa desatada en los últimos meses y que el Ejecutivo ha denunciado como parte de una guerra económica.
Las autoridades han fijado precios justos a partir de la cadena de costos de los artículos y ha detectado múltiples irregularidades: desde usura genérica (la más común) hasta modalidades de semi esclavismo, indica la nota. Además, ganancias de hasta 8.000%, denuncias laborales, evasión de impuestos y venta de productos vencidos, entre otros.
El Órgano Superior para la Economía dispone de las líneas telefónicas 0800-Sabotaje (72268253) y 0800 Sundeco (7863327) para recibir denuncias, así como el usuario en Twitter @sundecop.