El volcán costarricense Turrialba presenta este martes una fuerte emanación de vapor de agua y gases, según indica el reporte matutino del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
El tremor (señal sísmica generada por vibraciones producidas por el paso de fluidos -gases, agua, o magma- por grietas y conductos internos) ha disminuido, aunque se registran cortos episodios de pocos minutos que podrían ir acompañados de emanación de ceniza, señala el informe.
Asimismo, apunta que también se reportan sismos LP, señal sísmica transiente «o temporal de corta duración» producida por el paso de fluidos -gases, agua, o magma- a través de conductos estrechos, grietas y cavidades.
El Ovsicori asevera que los expertos se mantienen al tanto de lo que ocurre en los volcanes de Costa Rica, donde existen 112, cinco de ellos activos: Arenal, Irazú, Poás, Rincón de la Vieja y Turrialba.
Desde el domingo anterior, el coloso de Cartago muestra una disminución del tremor y por ende en la emanación de ceniza, tras diferentes episodios eruptivos la semana anterior.
Las exhalaciones del Turrialba de la última semana afectaron principalmente el Valle Central, asiento de la Gran Área Metropolitana, donde vive el 60 por ciento de los 4,3 millones de costarricenses, muchos de los cuales han reportado caída de ceniza u olor a azufre en sus localidades.
Para los expertos locales ese comportamiento confirma la histórica actividad eruptiva del cerro -ubicado en la vecina provincia de Cartago-, caracterizada por períodos de calma, seguidos de otros de intensas emanaciones de ceniza y gases.
Tras más de 130 años pasivo, el Turrialba despertó en 2007 y desde el 5 de enero de 2010 presenta erupciones de consideración, como las de octubre de 2014 y la del 12 de marzo de 2015, que obligaron a suspender el tráfico aéreo en esta capital.