El grupo de narración oral mantiene una programación en Lugar Común|La Vaca Azul tiene 28 años revitalizando valores a través de los cuentos

“Yo conocí una vaca, que no conocía al mar, pero le hablaron tanto de él, le dijeron tantas cosas, que terminó enamorada del mar. Y luego de solo pensar en sus colores, se pintaba de azul”. Ese fue el cuento fundacional con el que nació el proyecto Cuentos de la Vaca Azul, liderado por el docente, cuentacuentos y escritor Armando Quintero.

El cuento referido provino de una experiencia vital de la infancia del propio Quintero, “Yo vivía en una ciudad llamada Los 33 (Uruguay) que estaba lejos del mar. A los 8 años conocí por primera vez el mar y lo vi tan grande que, como el niño al que se refiere Eduardo Galeano en uno de sus cuentos, ‘cuando vio la dimensión del mar, le agarró la mano al papá y le dijo -¡Papá ayúdame a mirar!”, relató.

Quintero es un cuentacuentos por naturaleza. De hecho, habla como si estuviese siempre describiendo una imagen literaria. Ha dedicado su vida a la promoción de la literatura, la lectura y la creación escénica centrada en el rol del cuentacuentos, así como a la formación de las nuevas generaciones de narradores orales en Caracas.

En 1987 se unió al movimiento emergente de cuentacuentos en Caracas. En la biblioteca del antiguo Parque del Este, hoy Parque Miranda, contó cuentos durante seis años, todos los domingos, y más tarde en el Teatro Teresa Carreño, permaneció casi 12 años, dándole continuidad al proyecto, con la colaboración de muchas personas, entre docentes, poetas, ilustradores, artistas y músicos. La Vaca Azul, ha desarrollado su actividad de promoción de la lectura, en diversos espacios públicos a nivel nacional.

Para el acto inaugural de la agrupación, Quintero recuerda, que participaron “los abuelos de los cuentacuentos”, la escritora y docente tachirense, Blanca Graciela Arias de Caballero y Luis Lusick, pintor, poeta y titiritero, acompañados por la música uruguaya Nanni Barret y por supuesto por el fundador de la Vaca Azul, quien calificó aquel momento como una “jornada inolvidable”.

CUENTOS DESDE EL VIENTRE

Hace 28 años, Quintero decidió ejercer el oficio de narrador oral a través de La Vaca Azul, porque toda su vida había girado alrededor del hecho de contar y escuchar cuentos. “Nosotros vivíamos en una estancia, y a las 6 de la tarde cuando volvían los campesinos a la hacienda, se reunían todos alrededor del fogón y comenzaban a compartir cosas que habían sucedido en el día, recuerdos, leyendas y mitos de la zona.”, ese acto de compartir relatos lo fascinó.

De hecho, el escritor y docente uruguayo narra que tuvo contacto con los cuentos antes de su nacimiento. “Tengo la memoria de haber escuchado los cuentos desde el vientre de mi madre, ponía el oído hacia afuera, y como uno se encuentra como en un submarino, flotando en el líquido amniótico, aprovechaba el cordón umbilical como un telescopio y los veía contar. A medida que fui creciendo me fui entusiasmando más y en la escuela me siguieron contando muchos cuentos y muchos poemas”, expresó Quintero, en clave literaria.

IMPORTANCIA DEL CUENTO EN LA VIDA

Quintero está convencido de que el contacto con la lectura y los relatos hace mejores a las personas “Aunque un cuento no nos cambie la vida, de seguro nos puede abrir una puerta o una ventana para poder ser mejores. Ningún cuento es inocente. Todos tienen un mensaje, solo hay que saberlos leer”, expresó el cuentacuentos, también director del grupo Narracuentos UCAB.

La misión del cuentacuentos en las sociedades, según el maestro Quintero, es revitalizar valores en las personas, tomando distancia siempre de una proposición moralizante o aleccionadora. “En este país, que culturalmente, no tiene una predilección por la lectura porque es un país con una tradición esencialmente oral, como todos los del área del Caribe, el contar cuentos refuerza los valores, los revitaliza. Nos permite saber que el contacto con la cultura no se da solamente a través de lo que sucede, sino que también se da con la mirada del otro, en un acto de comunicación directo”, dijo.

El narrador piensa que los cuentos son fundamentales a todas las edades del ser humano para sembrar la imaginación.

PROGRAMACIÓN

Actualmente la librería Lugar Común, en Altamira (Caracas), ha abierto un espacio para la narración de cuentos para niñas y niños, en los que La Vaca Azul se ha incorporado, todos los segundos y cuartos domingos del mes de octubre. Armando Quintero junto a Tiago de Jesús, también narrador oral, han compartido con los infantes y sus representantes, cuentos sobre el mundo del circo, sobre las relaciones cómplices de nietos y abuelos y el día de ayer presentaron una jornada llamada Entre Brujas y Vampiros.

T/ Diana Moncada
F/ Roberto Gil
Caracas