El vallenato, música tradicional de la región del Magdalena Grande, fue incluido este martes en Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
La inscripción fue aprobada este martes en la sesión del Comité Intergubernamental de la Unesco, que se inició este lunes en Namibia.
El vallenato es un género musical tradicional surgido de la fusión de expresiones culturales del norte de Colombia: canciones de los vaqueros del Magdalena Grande, cantos de los esclavos africanos y ritmos de danzas tradicionales de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Todas estas expresiones se han mezclado también con elementos de la poesía española y el uso de instrumentos musicales de origen europeo. Nostálgicas, alegres, sarcásticas y humorísticas, las letras de las canciones del vallenato interpretan el mundo a través de relatos en los que se combinan el realismo y la imaginación.
De acuerdo a la descripción de este nuevo Patrimonio de la Humanidad, los instrumentos tradicionales del vallenato son tres: la caja (pequeño tambor que se toca con las manos), la guacharaca (pedazo de madera con ranuras que se raspan con un peine de alambre) y el acordeón.
Este género musical, que posee cuatro aires principales con esquemas rítmicos propios, se interpreta en festivales musicales específicos y también, esencialmente, en parrandas de familiares y amigos, por lo que desempeña un papel esencial en la creación de una identidad regional común.
La inscripción en la lista de salvaguarda obedece a la serie de amenazas que afronta el vallenato tradicional, en particular las relacionadas al conflicto armado colombiano y el auge del narcotráfico; además de un nuevo tipo de vallenato que está marginando el género musical tradicional y atenuando el papel que éste desempeña en la cohesión social.
Cada vez se usan menos los espacios callejeros para las parrandas vallenatas, con lo cual se corre el peligro de que desaparezca un medio importante de transmisión intergeneracional de los conocimientos y prácticas musicales; según el expediente presentado ante la Unesco.
La sesión del comité se extenderá hasta el 4 de diciembre, revisando otros expedientes presentados por diferentes países, entre ellos Venezuela que solicitó la inclusión en la Lista Representativa, de la práctica artesanal de cultivo y procesamiento de la curagua, fibra utilizada para tejidos.