Este lunes se cumplen 15 años de la catástrofe natural que enlutó a Venezuela. Las lluvias excepcionales comenzaron días antes, hasta que las masas de lodo y escombros bajaron de la montaña hacia el estado Vargas y se llevaron todo a su paso: personas, animales, estructuras. Tras los hechos, muchas personas dijeron que no volverían a sus playas o a compartir con su gente, pero con el correr del tiempo esta actitud cambió.
Gracias a los trabajos de recuperación, luego del deslave ocurrido durante 1999 en buena parte del litoral central, “Vargas ha tenido un crecimiento turístico enorme”, asegura Ernesto García, presidente del Instituto de Turismo del estado.
“Las recientes vacaciones escolares demostraron que Vargas vuelve a estar en la cresta de la ola turística nacional, porque fue el estado más visitado, según cifras del Ministerio del Poder Popular para el Turismo”, argumentó.
De acuerdo con el funcionario, “el hecho de tener 62 obras en ejecución y que todas incidan de manera positiva en el turismo, implica un gran cambio”. Dijo que aquellos espacios que se vieron afectados por el fenómeno natural, fueron recuperados y hoy en día son utilizados para el disfrute de todas y todos.
“Nosotros integramos los ríos, las playas, las montañas, y 15 años después de la tragedia, podemos decir que estamos muy bien encaminados para convertirnos en una verdadera potencia turística”, asintió. El vocero reporta que “actualmente, hay un número significativo de visitantes, no solo nacionales, sino también internacionales”.
TEMPORADA PERMANENTE
Sostiene que además de aportar beneficios a las más de 400 mil personas que habitan en el estado, los cambios logrados han permitido brindar una mejor atención a las y los visitantes que cada fin de semana duplican esa cifra.
“En Vargas siempre es temporada alta, aquí en un fin de semana puede haber, cuanto menos, un promedio de 750 mil personas, entre habitantes y visitantes, dispuestos a disfrutar de las playas, los ríos y las montañas”, informó.
Para el director de turismo del estado, el incremento progresivo del número de visitas demuestra que se están haciendo las cosas bien, que hay una correcta prestación de servicios y que el estado está encaminado a convertirse en una potencia turística.
IDENTIDAD TURÍSTICA
Entre las potencialidades de la entidad, destaca el reacomodo de un importante número de balnearios, así como de los quioscos que los bordean, donde se ofrece el expendio de alimentos típicos de la región. Además mencionó la instalación de 18 nuevas paradas para el transporte público y la construcción de un moderno terminal de pasajeros.
“Cuando se tiene un estado embellecido, con paradas dignas, sobran las razones que el turismo lo visite. Nosotros lo hemos ido cambiando, y le hemos ido devolviendo el rostro que la tragedia un día le borró”, enfatizó. La tarea ha sido ardua, indica, pero ha valido la pena.
Recordó que en 1999, Vargas apenas tenía poco más de un año de haberse constituido como estado, dado que anteriormente había sido un departamento y luego un municipio. “Siempre se le vio como un apéndice de la capital”, esgrimió. De hecho, comenta que debido a esa situación, el gobernador Jorge Luis García Carneiro expresó en una oportunidad que “Vargas era el barrio con playa más cercano a Caracas”.
No obstante, estima que, pese a que es casi inevitable no recordar lo sucedido cada vez que llueve o que el cielo se nubla, y a lo joven del estado, el trabajo realizado por la gobernación y las instituciones que ahí hacen vida ha rendido sus frutos. “Crear una identidad en la franja costera, con unos quioscos bonitos que guardan armonía con todo el espacio que se ha recuperado, le ha devuelto la confianza y la alegría a la gente”, argumentó.
García también vivió en carne propia lo sucedido en 1999, por eso siente que su compromiso con el estado es mayor, porque no quiere pasar de nuevo por esa experiencia, ni que lo hagan sus familiares, vecinos y amigos. “Fue algo aterrador. Cuando uno es joven, que tiene otra visión de la vida, y pasa por ese tipo de vivencias, lo primero que piensa es en huir”, describió.
De hecho, señala que luego de eso se trasladó a Caracas junto a sus familiares, donde permaneció por un lapso de dos años, pero la añoranza a su terruño, donde creció y se enamoró, y donde se enamoraron sus padres, le hizo volver.
Además asegura que el hecho de contar con autoridades comprometidas como el gobernador Jorge Luis García Carneiro y el secretario de gobierno José Manuel Suárez, “que aunque no son del estado trabajan las 24 horas del día por su desarrollo”, le ha llevado a valorar mucho más su estadía en la zona y su labor frente al instituto de turismo.
40 AÑOS DE AZOTE POLÍTICO
Afirma Ernesto García que más allá de las vaguadas de 1999 y 2005, Vargas fue azotada por los 40 años de la Cuarta República. Además las construcciones anárquicas que se permitieron en sus 11 parroquias, que iban en detrimento de muchos aspectos, especialmente del social, señala que no había en aquel entonces una política turística que dignificara a las y los visitantes.
“¿Cómo avanzaba el turismo en el estado si ni siquiera había organización en las playas y en la franja costera lo que habían eran tarantines?”, cuestionó. El director de turismo de Vargas sostiene que, pese a todo lo que se ha logrado en los últimos 15 años y a lo que todavía falta por lograr, esa sombra siempre va a rondar el pensamiento de las y los varguenses.
“Van a tener que pasar muchos años para poder borrar ese recuerdo, no solamente en Vargas, sino en todo el país”, exclamó. Por eso, para el vocero, “la tragedia más grande que ha pesado sobre Vargas fueron esos cuarenta años de la Cuarta República”.
Recordó que antes de que llegara la Revolución al estado, muchas playas estaban a punto de ser privatizadas. “En Playa El Yate Caribe, una persona explotaba a 127 prestadores de servicios. Hoy en día, gracias a la Revolución, eso se ha revertido y son esos 127 prestadores de servicios quienes manejan ese espacio”, contrastó.
Otro caso significativo, acota, fue el de Playa Vasito, que formaba parte de un club que fue ampliando -con el paso del tiempo- por sus administradores, hasta delimitar una gran extensión de zona playera a la que solo tenía acceso un público selecto. “Hoy en día esas playas son del pueblo y están siendo trabajadas por nuestros prestadores de servicios”, resaltó.