Con el objetivo de desmontar la matriz de opinión que se ha generado en torno al Plan Vuelta a la Patria y con ello el retorno de los compatriotas que migraron para algunos países de Latinoamérica, el ministro consejero de la embajada de Venezuela en Perú, Reinaldo Segovia, dio una breve explicación de los requisitos con los que deben cumplir los ciudadanos venezolanos para ser incorporados al referido plan impulsado por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.
Durante el proceso de chequeo de los 100 venezolanos y venezolanas que retornaron este martes a Venezuela provenientes de Perú, Segovia indicó que aquellos connacionales que quieran regresar al país deben acercarse a la Embajada donde tienen que consignar una carta que de cuenta de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran para posteriormente pasar al siguiente paso que comprende una entrevista.
En el proceso de entrevista, se verifica el estatus del venezolano, dando prioridad a los casos de salud, familias con menores de edad y embarazadas.
Acogiendo este llamado, Robert Palencia, un joven chef internacional que permaneció durante ocho meses en Perú, comentó que a pesar de contar con un oficio no tuvo la oportunidad de establecerse en la nación inca y mucho menos conseguir un empleo formal que le permitiera sobrevivir.
Aunado a esto, su estado de salud no fue favorable, pues durante su estancia en Perú comenzó a presentar un cuadro recto colitis ulcerosa que le obligó a regresar a su país al no poder costear los medicamentos para tratar dicha enfermedad.
Palencia desmintió la ola de rumores que aseguran que los venezolanos al llegar a la Embajada se les retiene su pasaporte. Al contrario de esta aseveración, este joven aseguró que recibió un trato y atención preferencial por parte de los funcionarios diplomáticos.
Rosmely Garrido, una joven larense de 30 años, decidió hace cuatro meses migrar de Venezuela hacia Perú por carretera. Con tan sólo 10 dólares en su cartera llegó a Cúcuta donde tuvo que vender su cabello para poder reunir el pasaje que le permitiría trasladarse hasta Bogotá. Una vez en la capital colombiana esta joven buscó opciones laborales, pero al ver un panorama sombrío decidió irse para Perú pidiendo cola en las carreteras del país neogranadino.
Siete días transcurrieron hasta que Garrido llegó a Perú, y al no conseguir empleo formal decidió ejercer su oficio como estilista, cuestión que duro poco porque el material de trabajo que traía desde Venezuela le fue robado. Es allí cuando comienza a buscar empleo en restaurantes donde obtuvo un puesto como ayudante de cocina, al transcurrir los días el patrono no le canceló su jornada de trabajo y a cambio Garrido recibió maltratos, razón por la que decidió irse.
Está difícil situación que la obligó a dejar ese trabajo donde fue víctima de esclavismo laboral la llevó a pasar dos semanas sin comer, hecho que le generó hipocalcemia severa -baja de potasio- llevándola directo a un hospital, lugar donde no recibió la atención adecuada. Ante tantas situaciones adversas, Garrido decidió ir a la Embajada de Venezuela en Perú para solicitar su repatriación, luego de un mes esta joven proveniente de Lara arribó nuevamente a su Patria.
Garrido también comentó que previo a dirigirse a la Embajada, muchos compatriotas trataron de disuadirla diciéndole que no se devolviera a Venezuela porque le sería retenido su pasaporte y no tendría oportunidad de salir nuevamente del país.
Texto y foto/Mppre