Venezuela denunció nueva arremetida golpista del Gobierno de Donald Trump contra presidente Maduro

El canciller Jorge Arreaza manifestó: “Ofrecer recompensas, al estilo de los vaqueros racistas del lejano oeste, demuestra el desespero de la élite supremacista de Washington y su obsesión contra Venezuela para alcanzar réditos electorales en el estado de la Florida”

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El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, denunció ayer un nuevo intento de golpe de Estado del Gobierno de los Estados Unidos (EEUU) contra el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Tras las recientes acusaciones del fiscal general de Estados Unidos, William Barr, quien presentó cargos formales por narcoterrorismo, tráfico de armas y corrupción contra el Presidente de Venezuela, y 13 altos funcionarios del Ejecutivo Nacional, entre ellos el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y el ministro de Industria y Producción, Tareck El Aissami, el canciller Jorge Arreaza, en nombre del pueblo venezolano y el Gobierno Bolivariano, catalogó de “miserable, vulgares e infundadas estas acusaciones que buscan perturbar la paz que reina hoy en la nación”.

Además de estas acusaciones, el Departamento de Estado difundió un comunicado del secretario de Estado, Mike Pompeo, en el que se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve al arresto o procesamiento de Maduro, mientras que dan 10 millones de dólares por Cabello, Hugo Carvajal y El Aissami.

A continuación texto integro del comunicado:

La República Bolivariana de Venezuela denuncia que, en momentos en que la humanidad se encuentra enfrentando la más feroz de las pandemias, el gobierno de Donald Trump vuelve a arremeter contra el pueblo de Venezuela y sus instituciones democráticas, utilizando una nueva modalidad de golpe de Estado sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas que intentan minimizar el alto reconocimiento que posee Venezuela en la lucha contra el narcotráfico demostrado plenamente en distintos ámbitos multilaterales.

La política de cambio de gobierno por la fuerza en Venezuela, está destinada al fracaso. Ofrecer recompensas, al estilo de los vaqueros racistas del lejano oeste, demuestra el desespero de la élite supremacista de Washington y su obsesión contra Venezuela para alcanzar réditos electorales en el estado de la Florida.

La profunda frustración de la Casa Blanca es producto de la paz que reina hoy en Venezuela, cuyas autoridades han logrado neutralizar todos los intentos golpistas y desestabilizadores planificados y financiados desde los Estados Unidos.

Asimismo, el gobierno de Donald Trump no acepta que, utilizando un modelo propio e inédito, el Gobierno de Nicolás Maduro esté logrando manejar adecuadamente las amenazas del Covid-19, frente al estrepitoso fracaso que en esta materia han demostrado las instituciones estadounidenses.

Es oportuno recordar el mundialmente reconocido papel que jugó el Gobierno Bolivariano de Venezuela en la facilitación de las negociaciones y la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC. El comandante Hugo Chávez y Nicolás Maduro, primero como canciller y luego como presidente, fueron actores fundamentales en el logro de tan relevante acuerdo para la sociedad colombiana.

Irónicamente, es en Colombia donde se produce la droga que Estados Unidos permite entrar y que su población consume desaforadamente. La DEA ha sido el actor internacional clave en la protección de la producción y procesamiento de droga en Colombia y el garante y vigilante de su traslado hasta las neuronas de los jóvenes en los Estados Unidos.

Hoy, a través de declaraciones de responsables directos, se comprueban las denuncias que durante más de dos años el Gobierno Bolivariano ha hecho sobre la planificación de acciones terroristas en territorio colombiano, financiadas y dirigidas desde los Estados Unidos, contra la paz y estabilidad de Venezuela. Queda demostrada así la absoluta complicidad y sumisión a los Estados Unidos de las autoridades colombianas, quienes al hacer caso omiso a tan graves denuncias y desestimar la información concreta que oportunamente se les suministró, han prestado su territorio y recursos para conspiraciones contra Venezuela, en franca violación de los acuerdos internacionales y de la propia Carta de las Naciones Unidas.

El pueblo de Venezuela y su Gobierno Bolivariano enfrentarán con la verdad todos los embates y mentiras que provengan del principal Estado promotor del terrorismo y el narcotráfico en el mundo. Las instituciones democráticas venezolanas garantizan la protección de su pueblo venezolano ante cualquier acción desesperada del gobierno de Donald Trump. La independencia de Venezuela se consolida ante cada ataque del decadente e infame imperialismo norteamericano.

T/ Deivis Benitez-Mppre
F/ Cancillería
Caracas