En el Campo de Carabobo arrancaron las obras de remodelación del parque, rumbo a la conmemoración del bicentenario de la batalla que permitió la independencia de Venezuela. El presidente Nicolás Maduro se ha referido al Plan Carabobo 200 y ha llamado a los venezolanos a impregnarse del espíritu de la magna fecha
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Lo que hasta ahora es un compuesto de cabillas, una estructura de tablas, cemento y tierra removida en la entrada del Parque Carabobo, se convertirá en un monumento que representará el sable que Bolívar llevaba en la gloriosa batalla ocurrida en este campo, donde Venezuela se vio liberada definitivamente del Imperio Español. Las obras de remodelación ya arrancaron en el parque, según pudo ver y escuchar extraoficialmente el Correo del Orinoco, durante una visita al sitio en los primeros días de enero, antes del reinicio del recogimiento radical, es decir, el quédate en casa, y si sales ponte el tapaboca, que el coronavirus anda suelto.
El sable de Bolívar es el mismo que posteriormente el Libertador obsequiara al general Rafal Urdaneta. El presidente Nicolás Maduro dio su visto bueno para que una réplica de este sable se entregara a los cadetes en el acto de graduación.
El parque estaba cerrado aquel día, pero las obras se ejecutan en la entrada. Adentro, tres soldados de guardia se resguardan del solazo del mediodía bajo la sombre de un árbol. En el interior permanecen la maquinaria y los materiales destinados a la obra.
Adentro, al pie del arco, los húsares del Batallón de Honor 24 de Junio, siguen cumpliendo el rígido ceremonial del cambio de guardia.
En los alrededores del campo, fuera del perímetro o valla que rodea el parque dedicado a la Batalla de Carabobo, aunque también en el área interna, se observa el estrago que ha causado el verano que recién se inicia, que ha resecado y achicharrado la grama, la maleza, el monte y el gamelote, este último sobre todo en las inmediaciones externas.
El monumento dedicado al general Manuel Cedeño, levantado en las afueras del parque, en el sitio donde este valiente guerrero perdió la vida, está ubicado a pocos metros de la entrada a una calle del sector llamado Manzano 1, al noroeste. El monolito luce completamente abandonado y tomado por la maleza. Se llevaron la placa. Igualmente ocurre con otro monolito sin identificar ubicado al suroeste, también fuera del parque, en el sector conocido como La Cancha, según dijo un hombre que recogía desechos utilizables de un vertedero de basura cercano.
“En toda esta zona, hasta la quebrada Carabobo, hay monumentos, señalo un hombre que pasaba empujando una carretilla. La mayoría de estos hitos fueron colocados cuando se erigió el monumento a Carabobo, durante el régimen de Juan Vicente Gómez, en 1921.
Otros monolitos más pequeños, colocados en años recientes por el ejército bolivariano, están cubiertos por el gamelote reseco.
El plan de obras de rehabilitación de las áreas internas y externas del parque contempla el rescate y embellecimiento de estos sitios.
El espíritu de Carabobo
Desde finales de 2020, el presidente Nicolás Maduro no ha dejado de aludir a la trascendencia que tiene para Venezuela la conmemoración de los 200 años de la Batalla de Carabobo. En los días de diciembre, y ahora en enero, se ha referido a la fecha del 24 de junio con mayor énfasis, ya no ubicándola simplemente como un festejo conmemorativo de gran trascendencia, sino como un año singular en el que el pueblo venezolano avanzará hacia una etapa de prosperidad, de despegue económico, de recuperación del sistema de bienestar social creado por la Revolución Bolivariana, luego de haber superado en 2020 el año más difícil de los últimos tiempos , al que, además de las sanciones criminales impuestas por el imperialismo estadounidense, el robo de activos y empresas criollas en el exterior, se sumó la pandemia de Covid-19, que obligó a tomar medidas heroicas para salvar al país con el concurso de un pueblo noble y valiente que supo resistir y vencer las vicisitudes, según han expresado otros líderes del chavismo.
El domingo 3 de enero, al anunciar el necesario retorno de la cuarentena radical para contener el aumento de los casos de contagio de Covid.-19, suspendida por las fiestas navideñas, el presidente Nicolás Maduro expresó textualmente: “…Y este año lo hemos iniciado en el espíritu de Carabobo, del trabajo, la perseverancia, de la lucha, de la verdad, del espíritu de amor a la patria… Decía que estamos en el espíritu de Carabobo, el espíritu de la libertad, la independencia, de la batalla permanente, el espíritu de la victoria de Carabobo. Yo le pido a todo nuestro país llenarse del espíritu de Carabobo. Carabobo 200, avanzar. Estaba revisando con el alto mando político-militar de la Revolución Bolivariana todo el plan Carabobo 200, sus detalles, implicaciones, sus impactos en la vida económica, social, política, espiritual, cultural de la patria, sus instituciones, la gente, la familia, revisando temprano este domingo 3 de enero, primer domingo de 2021. Hemos estado reunidos varias horas, revisando el plan Carabobo 200 que ya arrancó, y va a tener buenas aceleraciones en los días por venir en varios niveles de la vida institucional, política, económica, financiera de nuestro país. Hemos arrancando con buen espíritu, buen ánimo, mucho optimismo. Mucha fe en nuestra patria, en nuestro pueblo, en el Plan Carabobo 200. Mucha fe en el destino grande de nuestra patria, esta es la patria de los libertadores, mucho orgullo de estar en este 2021, el año icónico. No por casualidad nuestro comandante Hugo Chávez lo marcó: 2021, patria libre, de pie, soberana, independiente, así ha sido y así será. Hemos llegado libres, de pie, hemos llegado soberanos, independientes, y plenos de fe y de confianza en el destino de nuestro país…”.
En relación al año 2021, y la instalación de la nueva Asamblea Nacional, expuso un día después, que, citando palabras de un amigo, se pasaba de la resistencia agónica a la resistencia constructiva, creadora, del crecimiento real de la economía y para ello se requiere que la AN abra las compuertas a todas la propuestas y convierta en leyes, en obligaciones legales, estos requerimientos.
En su discurso como presidente de la Asamblea Nacional para el periodo 2021-2026 del pasado 5 de enero, Jorge Rodríguez se refirió a la batalla del 24 de junio y su bicentenario. En sus palabras quiso acercarse al sentimiento y a la atmosfera que rodeaba el día antes, la noche antes, a los soldados, como si un crepitar interno, atizado por la ansiedad, tomara sus almas.
Otros líderes del chavismo, como Diosdado Cabello, y miembros del Ejecutivo, como la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodrtíguez, el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se han referido con fervor a la magna fecha que se avecina.
El presidente Maduro en una de sus intervenciones públicas conminó al ministro Padrino López y al alto mando militar a que le presentaran su plan de actividades, propuestas e iniciativas para el bicentenario de Carabobo.
Vamos a Carabobo
Durante la salutación de fin de año del presidente Hugo Chávez a los miembros de la FANB, el 28 de diciembre de 2010, en el cuartel Abelardo Mérida, en Maracay, estado Aragua, se anunció el retorno a esa base del viejo batallón de tanques Bravos de Apure, que estuvo allí por muchos años.
En ese acto, el Presidente entonó el himno del batallón Bravos de Apure, el mismo que cantó en diciembre de 2012 cuando en cadena nacional, horas antes de viajar a Cuba para someterse a una nueva operación, instó a los venezolanos a elegir a Nicolás Maduro en caso de un evento sobrevenido o que él quedara inhabilitado para ejercer la Presidencia del país.
“… Así que este patio volverá a oír dentro de pocos meses aquel himno vibrante, que es un himno patrio, es mucho más que un himno o que el himno del batallón Bravos de Apure, es como un himno patrio… (canta) al rumor de clarines guerreros/ocurre el blindado/ocurre veloz/con celoso dragones de acero/que guardan la patria/que el cielo nos dio/patria, patria, patria querida/tuyo es mi suelo/tuyo es mi sol/patria, tuya es mi vida/tuya es mi alma/tuyo es mi amor…”.
Al referirse al nombre del batallón expresó: “¡Bravos de Apure! Primero en Carabobo, gloria eterna decimos quienes sentimos todavía y para siempre hasta que nos siembren en la tierra, el orgullo de haber sido y seguir siendo soldados de las filas de ese batallón heroico que viene de la antigüedad patria, de las caballerías del Apure, de las caballerías de la profundidad de la sabana, que junto con la infantería, la artillería, la ingeniería, la intendencia, la logística y todas las armas y servicio decidieron la Batalla de Carabobo y la lucha por la independencia”.
Al final de su salutación se refirió, una vez más, a la fecha icónica: el 24 de junio.
“Entremos con ánimo, briosos como la caballería, briosos como los dragones de acero, del Bravos de Apure, del Pedro León Torres, de las fuerzas blindadas de la caballería, entremos al año 2011, que es y será el primer segundo del 2011 será, el primer segundo, repito, compañeros de la segunda década, 2011-2021.Vamos para Carabobo, desde ya los invito, nadie se quede, a paso seguro y firme. Que Dios nos de vida, y nos de salud, para que todos estemos conmemorando muy cerca de aquí, en la sabanas de Carabobo, el 24 de junio de 2021, los 200 años de la liberación aquella, de la primera independencia, del sello de la primera independencia que es esta misma, que ahora sí será verdadera, y será completa”.
Aunque el Comandante alertó en su última alocución de diciembre de 2012 sobre los peligros que acecharían a la Revolución Bolivariana, e invocó a la unidad de los patriotas, jamás imaginó que Venezuela en el bicentenario de la Batalla de Carabobo se hallaría en un trance casi similar al de 200 años atrás, a punto de conquistar sus independencia definitiva, luego de superar las más duras pruebas y resistir las mayores atrocidades impuestas contra un pueblo por el imperio de la época.
En 1820 un regimiento en Cádiz, España, se levantó contra Fernando VII, y se frustró de ese modo el envío de tropas de refuerzo a América para auxiliar a Pablo Morillo. Desde ese momento, Bolívar asumió con seguridad que la libertad de Venezuela era cuestión de tiempo. En estos lares, la derrota de Donald Trump en las elecciones de diciembre en Estados Unidos, y el reciente asalto al Capitolio el 6 de diciembre por una turba fascista mostraron al mundo las evidencias de la profunda crisis, vaticinada desde hace tiempo por un largo número de analistas, que vive el imperio estadounidense y su sociedad, con presagios de guerra civil e, incluso, de secesión territorial. A ello se suma el colapso de la moneda, el deterioro económico, con más de 40 millones de pobres y los estragos que ocasiona la descontrolada pandemia de Covid-19.
El triunfo del Polo Patriótico en las pasadas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre y la retoma de la AN el 5de enero, así como el hundimiento definitivo de la oposición política radical, dieron un vuelco favorable al panorama venezolano, que en 2021 arranca lleno de optimismo y en pleno control y manejo de la tempestad, con Nicolás Maduro atornillado con mayor firmeza al timón de la conducción del Estado.
Por otro lado, antes del 24 de junio próximo ya del Covid-19 se hablará en términos del pasado.