Si con algo llegó este miércoles la selección nacional de fútbol a Buenos Aires es con mucho optimismo.
La noche del martes el equipo patrio debió esperar cinco horas de retraso para partir desde Caracas a la ciudad bonarense, donde durmió hasta altas horas de la mañana de ayer (miércoles) antes de concentrarse en el Centro de Entrenamiento de Estudiantes de La Plata, su bunker en la capital de Buenos Aires.
Luego del abanderamiento dirigido por el Ministro del Poder Popular Para el Deporte, Mindeporte, Héctor Rodríguez, el equipo patrio mantuvo la sintonía de compartir con cuanto fanático y fanática se consiguió a su paso; incluso, con aquellos que viajaron en el mismo avión de Conviasa.
A cada uno le decían el mismo mensaje: en la Copa vamos a darlo todo.
OPTIMISMO
Las palabras del capitán Juan Arango, quien hizo referencia a que harán un gran esfuerzo por clasificar a segunda ronda, “ya que hemos hecho una excelente preparación”, hicieron eco en las filas patrias; hasta el punto de que jugar contra Brasil en la primera fecha (domingo), para los jugadores no significa “perder los primeros tres puntos”.
“Ellos también son humanos como nosotros”, dijo Yohandry Orozco, el más joven de la plantilla.
“Si te pones a ver, nosotros le hemos ganado a todos los equipos que estarán en la Copa, menos a Argentina; entonces, ya nuestro pensamiento está enfocado en otra cosa”, agregó Nicolás “Miku” Fedor cuando se le interrogó sobre el primer encuentro.
“Claro que hemos pensado en ese partido, desde que salimos sorteados con ellos, pero la estrategia que utilizaremos la sabemos y ya queda puertas adentro”, agregó el delantero.
Fedor dejó escapar algo importante: Venezuela ya tiene una idea de cómo jugarle al pentacampeón del mundo, aunque no lo diga.
“Hay referencias. Con este mismo trabajo les ganamos 2-0 en Boston, después ellos nos golearon 0-4 en San Cristóbal y luego nosotros les empatamos 0-0 en su casa, pero pienso que ahora la diferencia está en que ellos son un grupo casi nuevo y nosotros los mismos que jugamos en esos partidos”, reflexionó Renny Vega, portero de la selección.
El cancerbero también es de la idea de que “Brasil es Brasil sin importar los jugadores que convoquen” y que igual, Venezuela debe tener cuidado con sus individualidades.
ULTRAOFENSIVOS
El equipo amazónico ha probado en sus entrenamientos un esquema compuesto por tres delanteros (Neymar, Robinho y Alexandre Pato) y tres mediocampistas atrás.
Aunque en los últimos dos juegos de preparación tuvo armonía en su sistema, apenas marcó un tanto (victoria 1-0 ante Rumania), mientras que en la práctica de hace dos días los titulares vencieron 2-1 a los suplentes con par de dianas de Pato.
“Claro que sacarle un resultado positivo a Brasil es un reto, pero la gente debe entender que la Copa América no sólo es ese juego contra Brasil. Después vendrán otros dos en los cuales debemos exigirnos igual”, acotó Grenddy Perozo, uno de los centrales.
“Nosotros tenemos el firme propósito de, por lo menos, llegar a la segunda ronda y superar la actuación pasada”, agregó el zuliano.
Metas y retos parece tener Venezuela. En su andar, antes de llegar a Argentina, no improviso y, al parecer, tampoco lo piensa hacer antes del choque del domingo.
La selección tendrá otras seis sesiones de entrenamiento en lo que resta de semana para terminar de cumplir con el próximo objetivo del técnico Farías: delinear el onceno titular que enfrentará a Brasil, campeón de América.